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jueves, 18 de abril de 2024 01:14h.

Turcón y Ben Magec se oponen a la embotelladora promovida por el Ayuntamiento de Tejeda, a la vez que denuncian los peligro de esta para el Barranco de la Mina

Han presentado alegaciones a la solicitud de aprovechamiento de las aguas alumbradas en los nacientes de La Mina y el Molinillo

Turcón y Ben Magec se oponen a la embotelladora promovida por el Ayuntamiento de Tejeda, a la vez que denuncian los peligro de esta para el Barranco de la Mina

Han presentado alegaciones a la solicitud de aprovechamiento de las aguas alumbradas en los nacientes de La Mina y el Molinillo, ante la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, denunciando intervenciones inapropiadas, la nulidad del documento presentado a información pública y advirtiendo de la merma de caudales ecológicos que supone tal intervención

Los ecologistas aprovechan que el documento se encuentra en periodo de información pública, el expediente relativo a la solicitud de aprovechamiento de las aguas alumbradas en los nacientes de “La Mina de Tejeda”,  y de “El Molinillo”, con perímetro de protección propuesto en terrenos del término municipal de Tejeda, a instancias del Ayuntamiento de Tejeda y publicado en el BOC nº 141 pagina 22267 de fecha miércoles 22 de julio y toda vez que no estando de acuerdo con afirmaciones y omisiones en el mismo han presentado alegaciones a la embotelladora.

En el expediente no se expone que las aguas que “circulan libremente” por el barranco de La Mina, por trasvase desde la cuenca de Tejeda a la cuenca de las Lagunetas, son aguas alumbradas en los Nacientes de La Mina y el Molinillo, por lo que entendemos de esta inexactitud como un manifiesto  viciado del expediente. Por lo que ya es suficientemente motivo para que no se acepte la solicitud y se devuelva al promotor el documento a información pública.
De autorizarse el aprovechamiento de aguas para la embotelladora, 2 litros del naciente de la Mina y 1 litro del naciente del Molinillo supondrá la pérdida de caudales de  agua que actualmente son trasvasados a la cuenca de Las Lagunetas y por tanto una merma que en última instancia supondrá  la ruina del barranco de la Mina y su singular ecosistema.

Nos encontramos con intereses opuestos; los intereses económicos,  para lo que se trata de llevar las aguas a una futura embotelladora, y los intereses medioambientales representados por todos los ciudadanos que exigen a la administración sea responsable de sus decisiones y no admita cualquier acción, decisión y autorización que menoscabe el bien general protegido. El derecho ambiental forma parte del patrimonio primario y protegido por el artículo 45 de la Constitución, pues hablamos de la afección a un Espacio Natural Protegido por la pérdida de valores  ambientales que supondrá bajar a la mínima expresión el caudal de agua que actualmente se trasvasa a la cuenca de Las Lagunetas y no cabe la menor duda de la gravísima afección que esto supondría para la vida natural de un reducto tan singular y reconocido y visitado por vecinos, visitantes y amantes de la naturaleza canaria y de los pocos fondos de barranco por donde aún discurre libremente las aguas, todo una perdida y un ataque al derecho de los ciudadanos-as al disfrute de un medio natural sin estas alteraciones.
A juicio de los ecologista de Turcón y Ben Magec, está claro que en la actualidad el volumen total de las aguas alumbradas en los Nacientes de la Mina y el Molinillo no son las que se trasvasan al barranco de la Mina, pues en la actualidad hay entubamientos en los nacientes. Por lo que deducimos que el aprovechamiento de aguas para la embotelladora, va a significar la merma importante de las aguas que llegan por trasvase al Barranco de La Mina y con ello la pérdida de sus caudales ecológicos necesarios para su conservación.

En la actualidad las aguas que llegan a la altura de los Molinos de la Cumbre y por la que estamos luchando para que circulen libremente por el Barranco no superan los 5 l/s., por apreciación nuestra. Aguas que esperamos en un futuro próximo y por decisión judicial recorran libremente como siempre lo ha venido haciendo durante 500 años por el barranco de la Mina, lo que llamamos “CAUDAL ECOLÓGICO”. Es más esperamos que el mismo aumente si demostrado quedara de entubamientos sin autorización se han hecho y que merman las aguas que deberían estar llegando a la Cuenca de Las Lagunetas o las realizadas en el barranco de la Mina y ahora en litigio. Lo contrario es permitir un acto más de reducción del caudal de manera importante y las consecuencias añadidas, que conocemos en la actualidad y que de no solventarse terminaran en convertir un espacio que en estos momentos es un lugar verde y frondoso, reducto de flora y fauna endémica en un erial, un secarral donde antes todo fue vida y verdor.

El caudal ecológico: Se viene argumentando de forma fraudulenta que el entubamiento evita pérdidas, infiltración, evaporación, desvío por reposo etc. Realmente no son perdidas, son el caudal ecológico propio de los ecosistemas de la zona, NO OLVIDEMOS QUE ESTAMOS HABLANDO DE ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS,  en base a su riqueza paisajística natural.

Es toda la biota la que necesita de las aguas superficiales de forma PERMAMENTE;  aves, pequeños mamíferos, flora autóctona y endémica.  En especial la vegetación de ribera de cauce la que necesita de dicho cauce permanente.

No se trata de que un particular garantice el caudal con riego o sueltas  de caudal, se trata más bien al revés, es  el excedente que llega al final del proceso a lo que se le puede otorgar aprovechamiento de un recurso escaso y esencial para mantener un ecosistema tan singular, la biota.
Ya finalizando la alegación y en su apartado de solicitudes se viene a pedir, que se devuelva el expediente al promotor en base a que está viciado por no contemplar la realidad física de las aguas, su destino y de su imposibilidad de llevarse a cabo por los motivos mostrados, sustentados en el bien común y en el derecho al disfrute de un medio ambiente sano y sin degradar y en la perdida irremisible del mismo si no se respetan los caudales ecológicos necesarios para el mantenimiento del ecosistema de fondo de barranco; en clara referencia a los caudales de agua y los trasvases a la cuenca de Las Lagunetas y su afección al Barranco de la Mina.

Tambien aprovecha para recordar que al estar declarado Espacio Natural Protegido Parque Rural del Nublo C11,  ya de por si encorseta cualquier iniciativa “loable” de pretender crear puestos de trabajo, pero no puede ser a costa de nuestra naturaleza y los valores naturales intrínsecos que contiene.