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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

La avispada estrategia de Carlos Alonso - por Chema Tante

Todo el mundo sabe que Carlos Alonso ostenta un brillante expediente académico. Fue lo que se llamaba en mis tiempos un estudiante "aplicado". El problema está en que Alonso adolece del mal tan extendido entre los y las economistas -incluyendo, por cierto, a su colega Clavijo- que es el de haber aprendido solamente una parte, la infectada por la ideología de Friedman, de la ciencia económica.

La avispada estrategia de Carlos Alonso - por Chema Tante

Todo el mundo sabe que Carlos Alonso ostenta un brillante expediente académico. Fue lo que se llamaba en mis tiempos un estudiante "aplicado". El problema está en que Alonso adolece del mal tan extendido entre los y las economistas -incluyendo, por cierto, a su colega Clavijo- que es el de haber aprendido solamente una parte, la infectada por la ideología de Friedman, de la ciencia económica.

Como denuncian repetidamente profesores de la talla de Navarro, Torres, Krugman o Stiglitz, en las universidades se privilegia un concepto parcializado de la economía, que se ha erigido en norma. El concepto neoliberal que se resume en la ausencia de control en los mercados y en creer que si la gente rica es muy rica, pero mucho, entonces derramará graciosamente la riqueza sobre el resto de los y las mortales. Y que todo lo que se salga de eso, son herejías insensatas. De esta manera, las engrasadas por el oro maquinarias de intoxicación informativa al servicio de la gente rica, han terminado por presentar como dogma, lo que no son sino teorías, legítimas, si se quiere, pero discutibles y cuestionadas por sus resultados.

El ínclito ya electo -al fin- presidente del Cabildo de Tenerife se ha revelado como un maestro en este arte de la falsa comunicación. La treta consiste en revestirse de autoridad teórica y científica para, con voz campanudamente magistral, largar una serie de ideas, que se ofrecen como la salvación y la solución de todos los problemas, cuando no son más que maniobras de favorecimiento de codiciosos intereses particulares. No importa que la realidad  de los hechos refuten la eficacia de sus medidas. Alonso, con el descaro característico que le es permitido a la derecha por la ausencia -por represión económica- de voces en contra, detalla una serie de medidas y las maquilla como imprescindibles para el bienestar general. De tan aviesa manera, proyectos innecesarios y protervos como el gas, más capacidad aeroportuaria, más turismo de chola y sangría, más enormes hoteles , más puertos como el de Granadilla o Fonsalía, más trenes, tranvías y anillos insulares y, por supuesto, más deterioro ambiental, mas degradación del territorio, más moderación salarial y menos impuestos para las grandes empresas y fortunas, y de renovbales, ya veremos, constituyen la piedra filosofal de la recuperación de Tenerife y quienes se opongan a ello son gente malvada que solamente quiere la perdición de su isla.

Como digo, no importa que este modelo desarrollista que defiende el tecnócrata neoliberal haya conducido a Canarias a la pavorosa situación social en que se encuentra. Alonso sigue imperturbable, con su discurso irredentista tinerfeño, asumiendo la argumentación del FMI, de que, si las medidas austeritarias y de apoyo al sector privado no han funcionado a satisfacción, es porque han sido muy moderadas y lo que se necesita es multiplicar las dosis. "Todos por tenerife" grita Alonso, pero oculta que eso significa aceptar lo que él dice. Y más nada.

Ahora, Alonso ha vuelto a levantar la bandera neoliberal y ha enganchado -no era nada complicado- al partido llamado socialista y obrero, en un programa neoliberal. Y el ansia de esta gente que ha perdido el norte del socialismo por seguir en el poder como sea, llega a tal nivel de abyección, que ha deglutido la descomunal trágala -un "sapo", lo llama Juan Carlos Castañeda- de incluir en el gobierno insular tinerfeño también al partido sedicente popular, so pretexto de una extrañísima consejería de "relaciones con Madrid". La osadía de Alonso está a la altura de las tragaderas de la dirección del PsoE. Escuchar, como yo he escuchado, al consejero psociata Valbuena justificar esa presencia del Pp en el gobierno del cabildo, daba de cara.

Pero no termina ahí la desfachatez de Alonso. Él sabe perfectamente cómo piensa la gente de PODEMOS. Él sabe pèrfectamente la limpia trayectoria y las ideas de una luchadora social y por la igualdad como es Paqui Rivero. Pero se ha atrevido a ofrecerle el dardo envenenado de otra consejería a ese partido y a esa consejera. Como si PODEMOS y Paqui Rivero ignoraran que su entrada en el gobierno insular les amarraría y les haría responsables de las barrabasadas que van a perpetrar estos tres partidos de la oligarquía. Lo único que faltaba era ver a PODEMOS sentarse en una mesa de gobierno con la hidra tricéfala. 

Ya yo he escuchado a Fernando Sabaté declinar con elegancia la ponzoñosa oferta. Pero yo lo describirá de la zafia manera que acostumbro. PODEMOS le ha contestado a Alonso con el foss que se merece.

Pero ya verán a Alonso utilizando los altavoces informativos que domina, acusando a PODEMOS de faltar a los intereses de Tenerife y de Canarias.

http://www.eldiario.es/tenerifeahora/cabildo/Carlos-Alonso-Area-Igualdad-Podemos_0_399661159.html