Qué contento estás, que ya lo apagaste... genuflexo Clavijo - por Chema Tante
Lo apagaste, pero no el incendio en La Palma, que eso sigue y no serás tú, genuflexo Clavijo, el que nos libre del mal. Pero ya se apagó lo que de verdad a tí te importa, que es la atención del mundo mundial sobre esta catástrofe de la que tú eres el responsable principal. Ya los partigazos olímpicos, las desgracias de Trump y las tretas de Rivera para aupar a Rajoy y cerrar el paso a Podemos, acaparan los titulares. Y, mientras, la gente palmera y canaria sensible con la naturaleza y la tierra nos aprestamos a aguantar que se siga quemando el monte, varios meses, hasta que llueva, hasta que sea la misma naturaleza quien termine con la fogalera. Y tú, genuflexo Clavijo, nada; a esperar a ver si no viene ningún chafalmejas a prender de nuevo la candela, antes de que termine tu mandato.
Qué contento estás, que ya lo apagaste... genuflexo Clavijo - por Chema Tante
Lo apagaste, pero no el incendio en La Palma, que eso sigue y no serás tú, genuflexo Clavijo, el que nos libre del mal. Pero ya se apagó lo que de verdad a tí te importa, que es la atención del mundo mundial sobre esta catástrofe de la que tú eres el responsable principal. Ya los partigazos olímpicos, las desgracias de Trump y las tretas de Rivera para aupar a Rajoy y cerrar el paso a Podemos, acaparan los titulares. Y, mientras, la gente palmera y canaria sensible con la naturaleza y la tierra nos aprestamos a aguantar que se siga quemando el monte, varios meses, hasta que llueva, hasta que sea la misma naturaleza quien termine con la fogalera. Y tú, genuflexo Clavijo, nada; a esperar a ver si no viene ningún chafalmejas a prender de nuevo la candela, antes de que termine tu mandato.
Porque nadie te va a obligar a cumplir con tu deber, porque eso de dedicar perras, esfuerzo e imaginación a la previsión de incendios, a trabajar los doce meses, como te recomienda la gente que sabe, representada por el bombero José María Monzón, eso, no lo vas a hacer. Porque no supone negocio para quienes te mandan, porque no hay perras que trincar, en la limpieza de los montes, en conseguir que haya medios y recursos de detección y extinción estables en cada isla, con los que apagar desde su inicio cualquier conato. Y, sobre todo, no hay negocio -piensan tú, genuflexo Clavijo, en tu supina ignorancia y los partidos que te apoyan, esa hidra tricéfala una y trina, PpPsoECc, que la misma miseria es y los empresarios que te pagan y mandan- no hay negocio en devolver a la gente a la tierra, a dedicarse al cultivo, a conseguir la soberanía alimentaria que tanta falta estratégica le hace a Canarias.
Porque esa bobería de la previsión de incendios a tí te importa un millo. Porque es más fácil y, sobre todo, más rentable, dedicarte a cumplir la misión encomendada, lo del gas, lo de la Ley del Suelo. Y, si llega otro incendio, pues nada, ya te preocuparás de chupar cámara, mientras otra gente se jeringa -materialmente dando la vida, como le ha pasado al heroico Fran Santana- intentando sofocar las piras a las que nos condenan la terrible inconsciencia tuya y de tus partidos, esos que parecen tres, pero que son uno.
Y no te creas, genuflexo Clavijo, tampoco te librarás de la sospecha de si no serán capaces los de tu jarca miserable, de, si no de provocar, si al menos de retrasar la lucha cpntra el fuego, para que se quemen montes y valles. Porque hace falta suelo para alimentar la otra fogata con la que ustedes incineran Canarias, la que no podemos aplacar: la de la locura de la construcción y el desarrollismo. Esa sospecha no nos la podemos quitar de encima, porque ustedes se atreven a eso y a lo que haga falta.
