Será mejor que no nos confiemos, la lucha será dura y larga, comenta Chema Tante

Comparto la satisfacción que invade a toda la grey republicana, en los diversos pueblos que se integran en el estado español, porque el conocimiento creciente de las fechorías del anterior Jefe de este Estado deteriora a ojos vista el prestigio de la monarquía. No solamente porque paralelamente aumentan las sospechas de que el actual rey conocía y se aprovechaba de tales actividades, sino porque todo indica que es el propio régimen heredado de Franco el que permite e incluso propicia que las elites, con el propio rey y su familia a la cabeza, saqueen los recursos públicos.

Sin embargo, este deterioro de imagen no basta. Ni la encuesta realizada hace tiempo ni la simple observación de las reacciones sociales permiten confiar, en que en este momento, en un referéndum la opción republicana obtuviera un resultado positivo contundente. No debe olvidarse que, cuando se consiga -que ya es fuerte dificultad- que se convoque un referéndum, este será necesariamente no vinculante, y que, por tanto, solamente si la República concita una muy fuerte aprobación el resultado obligaría a la apertura de un proceso constituyente que desembocara en la llegada de la III República.

Todo lo que se está conociendo de lo que hizo Juan Carlos Borbón tiene un impacto relativo en el estado de la opinión. Por una parte, opera el fenómeno de la saturación. Es lo que sucede con la corrupción política. Se sabe tanto de ella, que termina por formar parte del paisaje. Así, se sabe tanto de lo que hizo el susodicho, que la gente termina por acostumbrarse y no relaciona las miserias personales con las miserias del régimen. Y, por otra parte, la propaganda oficial y la privada, se ocupan de difundir las edulcoradas cualidades de esta gente "tan simpática y entrañable" de la familia Borbón.

Por eso no se puede dejar de insistir en los múltiples defectos de un régimen monárquico que ha mantenido todos los vicios franquistas, no solamente el de la corrupción, sino dejar muy patente que los valores republicanos, los del 31, actualizados al siglo XXI son los que garantizan la estabilidad democrática y la justicia social, cultural, fiscal y económica en el estado español.

Queda por delante una lucha dura y larga.

https://vientosur.info/del-fin-del-juancarlismo-al-momento-republicano/