El genuflexo Clavijo lo consiguió. Patricia y cía. a la oposición, con un presupuesto que aprobaron - por Chema Tante

Mira que se lo advertimos veces y veces. Pero la bobería andante que mangonea este desdichado partido llamado socialista en Canarias, ciega por su ansia de mantener el chollo, no atendió a razones. Ahora, con la animosa e interesada colaboración de Casimiro y Asier, el genuflexo Clavijo detenta el poder, prácticamente, sin oposición No importa que la mayoría de la población canaria rechace a ese presidente y a ese partido que chinga al nacionalismo canario. Gracias al disparate de la ley electoral canaria, aquí, los malos mandan, aunque sean menos que los buenos.

Porque a Nueva Canarias y Podemos, no les queda otra vía que la de seguir, con tanta gallardía como han hecho hasta ahora, denunciando unas políticas aviesas, Pero el partido al que no se puede ya llamar ni socialista ni obrero, no puede hacer ni eso. Con qué boca va a criticar un presupuesto que ha aprobado, un programa con el que ha colaborado tan abyectamente, hasta hoy.

La jugada del genuflexo Clavijo ha sido tan brillante como malvada. Pero solamente la gente obtusa como Patricia podían ignorar que lo haría. No pasó ni una semana, desde que aprobaron los presupuestos, para que los mandaran a mudar. 

Patricia, Julio, Spínola y Fraga se preguntarán ahora qué es lo que han hecho mal. Pero lo tienen fácil, para saberlo.Basta con consultar la hemeroteca. Toda la historia reciente del partido psociata, acá en Canarias y allá, en el estado, es un manual completo de lo que no hay que hacer en política. Empezando por faltar a los ideales, a los principios y a la voluntad de sus militantes.

Bien, Veremos qué hace ahora esta insalla de cerebritos. Lo lógico sería empear a descabalgar a la turba de la coalición empresaria que se llama canaria, de todas las instituciones en las que se pueda. Empezando por el Cabildo de Tenerife o el Ayuntamiento de La Laguna, Y, en donde no se pueda, al menos, tener la vergüenza de no seguir colaborando con ella.

Pero dudo mucho de que esto puedan entenderlo.

Y, otra vez, lo diré. Las bases socialistas son tan culpables como sus dirigentes, por dejarles cometer tantas aberraciones.