...el cacique de La Gomera, Casimiro detenta, gracias a una ley electoral hiperobtusa, de tres votos en el Parlamento de Canarias que le hacen árbitro y gran elector de presidentes

La hora de la decencia, para el PsoE en Canarias, y Casimiro, por ahí detrás - por Chema Tante

A estas horas mañaneras del martes 27 de septiembre, ignoro si la alegre jarca concejelera de Cc en Granadilla se mantendra en su noble emperretamiento de tumbar a González Cejas, el indeseable alcalde de Granadilla. Pero todo indica que así será, si no quieren los pseudonacionalistas caer en estrepitoso ridículo.

Y, si la defenestración de Granadilla se produce. Si al mendaz González Cejas le meten su merecido estampido, lo lógico y, si me apuran, lo decente, será que los jirones que quedan del partido español llamado socialista y obrero en Canarias, rompieran pactos y abandonaran el gobierno del genuflexo Clavijo Ladrillo I; que le solimpiaran la alcaldía a José Alberto en La Laguna y así, sucesivamente. Claro que para que eso pase, haría falta que el perraje que mangonea ese partido español supiera algo de lógica y de decencia, extremo sobre el que albergo muy serias dudas.

Y, a todas estas, si pasara lo impensable, que Patricia tuviera un gesto elegante y dejara su cargo y su cómoda y gratuita vivienda oficial, entonces -son hipótesis, insisto- habrá que empezar a cavilar sobre la conformación del nuevo gobierno. Con el genuflexo Clavijo Ladrillo I o sin él. Y habrá que recordar que el cacique de La Gomera, Casimiro detenta, gracias a una ley electoral hiperobtusa, de tres votos en el Parlamento de Canarias que le hacen árbitro y gran elector de presidentes. Y la pregunta a Casimiro es obvia, capciosa, envenenada: ¿Casimiro, serás capaz de llegar a apoyar  a un gobierno en el que esté, jugando o aplaudiendo, el partido llamado popular.

¿No querías, Casimiro?