Para esto, Alonso se apoyaba en dos falacias, largadas impenitentemente: una, que esa amplicación derramaría cataratas de turistas sobre la isla, creando miles de empleos y millones de euros de beneficio. La otra, correlativa, que la cosa estaba hecha, porque las líneas aéreas exigían estruendosamente tal ampliación de horario aeroportuario, porque tenían demanda de sobra para ese tráfico adicional. 

Pues bien: vean ora vez cómo se descubren las mentiras de este nuevo coalicionero, eximio discípulo de Mauricio, Adán, Paulino, Melchior y compañía. Ahora, obtenida la ampliación, es cuando el Cabildo tiene que negociar con las líneas que aumenten sus frecuencias. 

Lo malo, como siempre, es que la gente no se entera de tanta ruindad.

http://www.diariodeavisos.com/cabildo-aerolineas-negocian-ampliar-vuelos-en-rodeos/