En medio de todo el desastre sanitario, económico y social de la pandemia, no rebrote, sino continuidad, auqneu empresarios y políticos no se enteren, ha salido esta sentencia sobre el pazo de Meirás que Franco -también- se mamao por la cara. Aunque yo, Chema tante, tengo todavía mis dudas sobre loe particular, porque la sentencia es recurrible y se recurrirá y todo depende de que no caiga en otra instancia en manos de un juez o jueza franquista, y, por probabilidades puede caer. Pero el editorial de EL OBRERO, que recomienda Eduardo Montagut aporta, con brevedad agradable, dos claves sobre el asunto.