El miserable consejero de Sanidad de Madrid culpa a la víctima
En su acostumbrada infecta táctica de huir hacia adelante, el partido llamado popular endilga a quien encuentre más debil la responsabilidad de sus propias culpas. Esta vez, la culpable, según la chusma pepera, es la profesional sanitaria infectada. Eso está muy feo. Pero la manera en que ha salido el miserable consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, a "denunciar" las supuestas malas mañas y las mentiras de la víctima, solamente puede calificarse de abyectas. Y no se crean que esto es una bobería. Lo que hace la mafia pepera con estas acciones es suministrar a sus mesnadas material argumental para las tertulias callejeras y de café.
No se puede apelar al error humano, para exonerar de culpa a la gesrtión: Los protocolos se diseñan y aplican, precisamente, para evitar el error humano. El error humano no es justificación. Si se da, es la mejor prueba de que el protocolo es inadecuado.
El combinado entre la incompetencia y el ansia de recortar presupuestos públicos de la chusma pepera produce repetidas calamidades. Las que se ven y las que pasan desapercibidas. Y este gentuallo nauseabundo se sacude su responsabilidad, cargándole el o los muertos a quien menos se puede defender. Sean los pilotos,los maquinistas, el capitán o, incluso, si no hay más nadie a mano, las propias víctimas.
Este tipo, Javier Rosdríguez, consejero de Sanidad de Madrid, es un miserable.
Lo afirmo yo, Chema Tante. Y si quiere, que me denuncie
Lo que ha dicho el miserable de Javier Rodríguez es algo más que una mentira. Es una falsa denuncia. Y me baso en un solo dato, de los muchos que se pueden encontrar: nadie llama a su trabajo, estando de vacaciones, por una simple fiebre. La víctima de esta historia llamó -y por tanto, es evidente que lo dijo- porque sufría fiebre y estuvo relacionada directamente con el ébola.
La verdad, la única verdad de todo esta insufrible catástrofe, es que a las y los profesionales y personal subalterno que han estado atendiendo a los pacientes con ébola no se les impartió el adecuado entrenamiento y que se endosaron unos elementos de protección inadecuados y en una manera imporcedente. Y esto tiene unos culpables.
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