No es independencia, es democracia. Si la Constitución prohíbe votar, hay que cambiarla
Queremos votar y queremos que voten quienes quieran votar y el Constitucional y los partidos centralistas PpPsoEUpyd lo niegan. No es la primera vez que lo hacen, ni será la ultima, pero hay que destacarlo. La negativa de un tribunal que se supone imparcial ha sido dictada por los partidos hegemónicos que nombran a sus cimponentes. La actuación de este Tribunal Constitucional, en este, como en muchos otros casos, presentes, pasados y futuros, ofrece mucha versimilitud a las sospechas sobre su inclinación partidista. Mientras los y las miembros de los altos tribunales deban sus cargos a los partidos, no se puede hablar de la imprescindible sepraración y autonomía entre los poderes.
Cuando millones de personas exigimos poder hacer consultas, algo está pasando, por mucho que se resistan a reconocerlo Rajoy, Sánchez, Díez y sus tercios españoles. La decisión automática del Constitucional de admitir instantáneamente el recurso de inconstitucionalidad de las leyes catalanas sobre consultas no refrendarias evidencia que el Pp y el PsoE, dos caras de la misma actitud, nos han mantenido en el mismo estado de derecha instaurado por el dictador. Lo han camuflado, revestido en ropajes de democracia. Pero no es más que disfraz.
Lo que piden millones de personas catalanas no es la independencia sino, simplemente, saber cuántas son las personas que demandan ser un estado independiente y cuántas las que no.
Y las fuerzas de la intolerancia no lo permiten porque están aterradas ante la posibilidad de que ya haya mucha gente que ha abierto los ojos.
Yo siento mucha tristeza por tener que decir que lo bueno de esto es lo malo que se está poniendo. Mejor dicho, lo malo en que están poniendo la situación la gente estúpida centralista. Tras muchos siglos de imposiciones, con leyes aviesas, cada día más personas de los pueblos que gemimos en el estado español entramos en el convencimiento de que, separados, a estos pueblos nos iría mejor.
La estupidez de los centralistas prepotentes están cerrando la puerta a la posibilidad de una fórmula federal, que permita a todos y cada uno de los pueblos uncidos a esa entelequía llamada España decidri por sí mismos sus destino, dentro de un ámbito de cooperación. Insisto esa puerta se está cerrando, por culpa de la imbecilidad congénita de la gente españolista.
Váyanse por ahí, que nosotras y nosotros lo queremos hacer también.
Queremos votar y queremos que voten quienes quieran votar.
http://www.20minutos.es/noticia/2251330/0/tribunal-constitucional/pleno-recursos/consulta-9-n/
http://www.abc.es/espana/20140930/abci-legitimidad-201409292118.html