Escribe Federico Aguilera Klink, al señalar este esclarecedor artículo que ofrece Rafael Poch de Feliu en su blog personal: "Y si a alguien le quedan dudas, que lea el impresionante e imprescindible libro "El mito de la guerra buena. EEUU en la Segunda Guerra Mundial", de Jacques R. Pauwel" Y yo, Chema Tante, agrego que lo que escribe Rafael Poch es aplicable, no solamente a Alemania, sino a muchos otros países, incluyendo por supuesto a este estado español. En el reino de Felipe el último, el fascismo ha estado incrustado en los esquemas del poder, social, político y económico, desde que el dictador se fuera en cuerpo, que no en alma. Pero en el resto de Europa, en América, la permanencia del fascismo se demuestra por la prevalencia de las teorías neoliberales, que no son más que una actualización al siglo XXI del fascismo del XX. La idea esencial es la misma: la legitimación de la ley del más fuerte, quien tiene la fuerza financiera tiene, según los fascistas neoliberales, el derecho de abusar del más débil. El mundo, de acuerdo con esto, sigue siendo "el país de los señores".