El Pacto azul-naranja que rechaza con tino el PsoE, es muy parecido al naranja-rosado, que pretendían que apoyara Podemos - por Chema Tante
Rajoy-Rivera-Sánchez, dos pactos de derecha. Y el genuflexo, como siempre, de pegote
Repiten, con machaconería insoportable, desde las filas psociatas, ese tópico mentiroso de que "no hay ahora un gobierno de izquierdas, porque Podemos votó con Rajoy, en contra". Podemos votó en contra, pero no con Rajoy, porque las razones de sus votos eran distintas. Rajoy votó en contra, porque quiere -porque necesita, más bien- seguir siendo presidente del gobierno, para librar su cogote del peso de la justicia que sin duda caerá sobre él, en cuando descienda de La Moncloa. Por su parte, Podemos votó en contra, porque no quería, como no quiere ahora, un gobierno de derechas que perpetúe el desastre neoliberal.
El Pacto azul-naranja es muy parecido al naranja-rosado, que pretendían que apoyara Podemos - por Chema Tante
Repiten, con machaconería insoportable, desde las filas psociatas, ese tópico mentiroso de que "no hay ahora un gobierno de izquierdas, porque Podemos votó con Rajoy, en contra". Podemos votó en contra, pero no con Rajoy, porque las razones de sus votos eran distintas. Rajoy votó en contra, porque quiere -porque necesita, más bien- seguir siendo presidente del gobierno, para librar su cogote del peso de la justicia que sin duda caerá sobre él, en cuando descienda de La Moncloa. Por su parte, Podemos votó en contra, porque no quería, como no quiere ahora, un gobierno de derechas que perpetúe el desastre neoliberal.
Ciudadanos llevó al PsoE a firmar un acuerdo que se parecía mucho al que ahora ha firmado con el Pp. Conociendo, tanto al PsoE, como al Pp, podemos tener el convencimiento de que la gente del Pp no se baja con facilidad de sus tesis neoliberales; en cambio, quienes dirigen el partido de la rosa han demostrado no tener demasiada repugnancia en contradecir su ideario, y tragarse los dogmas de Friedman. Ya lo sufrimos, cuando aprobaron la introducción de un elemento iedológico en la Constitución, con el célebre 135, que consagra la sumisión a la especulación financiera internacional..
Este acuerdo azul naranja de ahora se parece tanto al entonces rosado naranja, que Rivera puede afirmar que "cien de los ciento cincuenta puntos ya estaban el pacto con el PsoE". Las dos terceras partes, nada menos. Con razón decía el mismo Rivera que aquel pacto de antes "era aceptable para el 80% de votantes". Claro. Porque el de entonces, como el de ahora, son unos acuerdos claramente neoliberales. Es la derecha, ahora, y hace unos meses.
Tan coherente es el rechazo actual de un partido de izquierdas, como quiere ser el PsoE, a un acuerdo de derechas, como lo era hace unos meses la negativa de otro partido de izquierdas, Podemos, a otro acuerdo igualmente de derechas, que se parecía tanto al azul naranja de ahora. Y, como siempre, la triste coalición llamada canaria, de pegote en los dos pactos, arrimando la candela a su cochino.
Por eso, solamente, es imposible ese gobierno de progreso que pide con tanta buena fe como palmaria ingenuidad un montón de gente en sendos manifiestos. Porque incluye en ese gobierno, además de al PsoE, a Ciudadanos junto con Podemos. Pero, además, es imposible también, porque Ciudadanos nació, a nivel del estado, con el fin y la misión de pararle los pies a Podemos, impedirle gobernar. No lo digo yo, aunque ya lo sabía, desde los tiempos de las declaraciones del tipo del Banco Sabadell, Josep Olíu, aquello de "necesitamos un Podemos de derechas"; lo dice, con todas sus letras, la "ciudadana" Begoña Villacis: "...queríamos alejar al partido socialista de Podemos".
Por eso insisto en que el manifiesto que pide un gobierno imposible, es un dechado de buena fe, pero de sublime ingenuidad. El único gobierno posible en este estado español, es el de las mayorías, el de los partidos que representan la voluntad contundente de los pueblos de este estado que rechazamos al partido llamado popular. Que son todos los demas, salvo el propio partido procesado por corrupción y el de su marca blanca, Ciudadanos.