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jueves, 28 de marzo de 2024 22:34h.

Los partidos que roban, no pueden gobernar - por Chema Tante

CHEMA TANTEEmpezaré por recordar lo que mi respetado Antonio Morales siempre dice: que quienes roban desde la política no es toda la gente que se dedica a la política. Que no puede descalificarse a lo público y a la política, porque haya en lo público o en la política tanta hediondez. Y que lo que hay que hacer es denunciar y castigar, para limpiar la gestión pública, a tanta gente sinvergüenza que roba y detenta el poder mediante y por sus robos.

Los partidos que roban, no pueden gobernar - por Chema Tante

Empezaré por recordar lo que mi respetado Antonio Morales siempre dice: que quienes roban desde la política no es toda la gente que se dedica a la política. Que no puede descalificarse a lo público y a la política, porque haya en lo público o en la política tanta hediondez. Y que lo que hay que hacer es denunciar y castigar, para limpiar la gestión pública, a tanta gente sinvergüenza que roba y detenta el poder mediante y por sus robos.

Sin embargo, en lo público y en la política hay montones de gente bribona. Es más, hay tanta delincuencia en los gobiernos, porque algunos partidos utilizan el dinero mal habido para financiar sus campañas electorales y sus operaciones de comunicación, para confundir la buena fe de buena parte del  electorado. Y, por esta vía nauseabunda, alcanzan el poder.

Yo no puedo explicarme la tremenda alarma social que se ha levantado ahora, por el conocimiento de más tropelías del partido llamado popular. Que ese partido no es más que una banda organizada para que sus integrantes y las empresas amigas se lucren haciendo de la política un resorte de saqueo de fondos públicos y de captación de cohechos.

Esta práctica ha sido permanente, en Valencia, dicen ahora; y en dondequiera que ese partido haya ocupado el poder o lo esté ocupando. Ahora los tribunales lo están comprobando de manera creciente; la polícía y algunas fiscalías y los jueces y las juezas que son de verdad independientes, vienen hace tiempo constatando que ese partido y sus militantes se ha financiado y se han forrado mediante la conocida manera de cobrar por la adjudicación de contratos de manera irregular, por la venta de licencias y recalificaciones.

Yo vengo diciendo hace muchos años que ésta es una realidad palmaria, que puede verificarse por el simple procedimiento de la cuenta de la vieja; o por lo que otros tiempos se conocía por "manifestación externa de riqueza". Basta con ver la fastuosidad ostentosa de ciertos partidos, el aspecto ostentoso de tanta gente que se dedica a la política, cuyo tren de vida y su lujosa apariencia es imposible que se sostenga con las no demasiado abultadas retribuciones que reciben o por la magras aportaciones de la militancia.

A mí, al menos, no me hace falta que los tribunales lo dictaminen, cuando al fin lo hagan, para sospechar que ciertos partidos se financian con el delito. Se trata de una conclusión obvia, y no puede entenderse la pasividad constante de fiscales y tribunales, que no actúan de oficio, para investigar casos que saltan a la vista.

Y por eso, desde este convencimiento, no dejaré de proclamar -de nuevo- que los gobiernos del partido llamado popular, en el estado y en muchas autonomías y ayuntamientos, son ilegítimos y deberían ser anulados por los tribunales.

De la misma manera y por idénticos motivos que proclamo que en Canarias los gobiernos de la coalición empresaria llamada canaria en el gobierno de la nacionalidad, de cabildos y de ayuntamientos no son legales. Porque ese partido, Cc, igual que el Pp, ha llegado sistemáticamente al poder cabalgando en campañas electorales y en la compra de medios venales, aplicando los fondos que obtiene de la venta de  recalificaciones, licencias y contrataciones públicas de toda laya. 

Los gobiernos del Pp y de Cc son ilegales, porque no puede ser legal lo que se obtiene con el delito.