Un poco de ciencia política para un chinijo de diez años - por Chema Tante

Que conste que quién saca al terrero mediático al chico, es su padre, Carlos Alonso, que con sus mañas argumentales, se las echa de que "su hijo de diez años" entendió su propuesta de encomendar la responsabilidad de Igualdad en el Cabildo de Tenerife, a Paqui Rivero, de PODEMOS. 

La treta dialéctica es clara: Carlos Alonso pretende dar la impresión de que lo que lo que hace es tan limpio y sencillo, que hasta una mente infantil lo comprende. Claro que el chiquillo de Alonso entendió lo que su padre quiso que entendiera. Por eso me voy a permitir apuntarle, al padre y al hijo, un elemental detalle de ciencia política.

En el gobierno de las instituciones no puede obviarse el principio de la corresponsabilidad. Cada gobierno es uno e indivisible y cada una de las personas que integran ese gobierno son responsables y aceptan todas sus actuaciones y todas las decisiones que tome. No hay compartimentos estancos, autónomos, en los gobiernos.

Tiene mucha razón, Carlos Alonso, cuando dice que con Paqui Rivero la igualdad en Tenerife iría mucho mejor. Aunque, por esa regla de tres, con Fernando Sabaté en la presidencia del Cabildo, también iría mucho mejor todo Tenerife.

Pero Carlos Alonso, que se pregunta por qué las mujeres de Tenerife no pueden beneficiarse de la presencia de una persona como Paquir Rivero, no asume que si Paqui Rivero, de PODEMOS, aceptara esa designación, automáticamente ella y su organización pasarían a aceptar todos los errores que Carlos Alonso comete. Por ejemplo, el gas, el puerto de Granadilla, el anillo insular, el abandono sistemático de las renovables y del sector primario... Fuerte y artera trampa, Carlos Alonso. Además de soportar las consecuencias de tu fatídica gestión, pretendes que el resto partidos la refrenden.

Y, por cierto. Ya que tienes, Carlos Alonso tanto respeto por la gente de PODEMOS, se me ocurre que es una buena oportunidad de demostrarlo, hacer tuya la sugerencia de esta gente: reducir un 25% los salarios del gogierno y las asignaciones a la oposición en el Cabildo. Uy, uy, uy, me parece que han dado en hueso.

Todo esto, ya tu ves, Carlos Alonso, lo entiende hasta un pureta de setenta años.