En VIENTO SUR y en la página de CADTM, Comité para la abolición de las deudas ilegítimas, Michel Husson publica este diagnóstico sobre lo que puede esperarse de los efectos de esta depresión inducida que llaman crisis, sobre el empleo. Sobre el empleo, que equivale a decir sobre la calidad de vida de la gente. El texto, que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias, certifica que los designios neoliberales mantienen su rumbvo victorioso. Las estrategias que buscaban y consiguen la recuperación de los privilegios para la gente afortunada se basan en el deterioro, de ingreso y de condiciones, del resto de las personas. Hace tiempo que yo, Chema Tante, no repito esto, pero la cuestión no ha cambiado: Mediante el recorte a niveles de miseria del ingreso de la mayoría de las y los mortales, se consigue que las personas pobres trabajen para las personas ricas, que les sirvan, les entretengan, les limpien y les proporcionen placer, a menor coste y con mayor sumisión. Se trata de la pernada. Por eso, aunque trabaja más o menos la misma gente, el ingreso global es muchísimo menor. Y la diferencia, en dinero y en beneficios del trabajo, se va para la gente rica. Negocio redondo, victoria total. La conclusión es que esta aberración  regresiva de la justicia genera insatisfacción social que motiva a su vez el espanto burgues, asunto que se solventa con la represión. Feudalismo, en resumida cuenta.