Los viajes de los senadores al extranjero: más de 1.000 euros por persona y día (Anna Flotats en PÚBLICO) Comenta Antonio Aguado
Antonio Aguado señala y comenta este reportaje de Anna Flotats en PÚBLICO. Flotats no emite opinión sobre este asunto de los viajes de gente del Senado al extranjero, se limita a aportar datos. Yo, Chema Tante, considero que en esto de los viajes, en toda empresa o institución, no hay que valorarlo en función del coste, sino de la utilidad o necesidad de cada viaje. Y tenemos montones de casos que demuestran la alegría de la gente del ámbito público en sus suntuosos viajes. En el caso del Senado, si se trata de una cámara que debería debatir y decidir sobre temas territoriales del estado, no parece que haga mucha falta que sus señorías se estallen las perras del presupuesto viajando al extranjero. Por eso, Antonio Aguado entra en el fondo del asunto. La cuestión es si el Senado es necesario. Está claro que, para hacer lo que está haciendo ahora, el Senado no sirve para nada. Por tanto su coste, no solamente en viajes, sino todo su coste, es un despilfarro. Desde luego, las personas lectoras de PÚBLICO expresan con contundencia su opinión. Perop, como siempre, a los partidos hegemonistas tramposos, que ganan las elecciones con campañas pagadas con dinero sucio, les importa poco la opinión popular.
Escribe Antonio Aguado:
Como se suele decir: “tenemos lo que nos merecemos”. ¿Es tan difícil pensar y llegar a la conclusión que el Senado es una institución inútil e inservible?. Aunque eso si, se utiliza sólo como “cementerio de elefantes” para colocar a los políticos de todos los signos rebotados y a quienes puedan causar estorbos o problemas en sus respectivas organizaciones políticas.
Ya esta bien de mantener esta institución con el señuelo en todas las campañas electorales que van a hacer de la misma una cámara territorial. La coordinación entre las diferentes administraciones puede llevarse a efecto y mas en la actualidad de muy diversas formas, empezando por institucionalizar periódicamente (ordinaria y extraordinariamente), reuniones de los cargos electos empezando por la presidencia del Gobierno Central con los de las comunidades autónomas y los ministros con sus homólogos territoriales correspondientes.
Esta institución y otras como: diputaciones, Consejo de Estado, Defensor del Pueblo y sus homólogos de nacionalidad o región, consejos consultivos, tribunales de cuentas, etc.. deberían ser disueltas por no ser en absoluto necesarias, pero si costosas en su mantenimiento.
En sus senos, aparte de los muchos cargos políticos electos, están los de libre designación (coladera de auténticos “enchufados”), sumando entre todos una cifra muy considerable, debiéndosele añadir otra cantidad ingente de ayudantes, asesores, etc…
Son instituciones donde el termino casta de sus cargos esta muy bien empleado y lo hacían en su momento con toda la razón tanto Podemos como Ciudadanos, reclamando su disolución. Sin embargo esa razonable y justa reivindicación la han abandonado en cuanto han
pasado a formar parte de las mismas y han visto la posibilidad de imitar a quienes con anterioridad criticaban, ostentando como ellos estos cargos y así pasar a engrosar la lista de políticos profesionales. Salvo honrosas excepciones, pueden hacerlo debido a que no hay ninguna ley, ni nada que impida esa por lo pronto legitima aspiración.
Con toda probabilidad, la necesaria disolución de todas estas instituciones, no se llevará a efecto por los partidos políticos y menos aún por sus cargos electos o de libre designación, pues se verían afectados en sus intereses colectivos y personales. En consecuencia, debe ser el electorado quien lo haga depositando en las correspondientes elecciones (como signo de rechazo del Senado) su voto en blanco.
Salud(os). Antonio Aguado
El reportaje de Anna Flotats: