Ya saben que el delincuente convisto, cínico y desfachatado Zerolo deja graciosamente, poeque le da la gana, el Senado donde tan espuriamente representa a nuestra nacionalidad. Eso sí, lo deja a fin de año, porque tampoco es cuestión de renunicar a un par de meses del salario de la infamia. Padylla describe desde LA OPINIÓN la salida zeroliana. Aunque el deseo implícito en la imagen, de que Zerolo acabe pudriéndose como se merece en la cárcel, a semejanza de la coplera, mucho me tmeo que no se cumpla. En este estado de derecha palma antes una folklórica que un estafador de los dineros públicos. Y que venga Zerolo a demandarme, que ya sé que acabaría antes que él,  haciendo compañía a la viuda y madre en el talego.