Solamente diré que estoy a favor del aborto legal, precisamente, porque creo que el aborto es una desgracia que nadie quiere, ni siquiera la mujer afectada. Pero que, en el momento adecuado, en los primeros meses del embarazo y en las debidas condiciones sanitarias y sociales, el aborto es un derecho que nadie puede arrebatar a la mujer. Poner trabas al aborto es una agresión más a la gente de abajo. La mujer de arriba que quiere abortar, lo hace, yéndose a un país donde sea legal o pagando una cara clínica privada. Pero la mujer de abajo, también abortará, pero en condiciones que ponen en peligro su vida, su salud o su capacidad reproductiva futura. La hipocresía de la derecha es en caso tan evidente como siempre: quiere obligar a la mujer a parir, en cualquier circunstancia, pero luego se desentiende de la atención a seres humanos en condiciones precarias, vitales o sociales.

http://www.28deseptiembre.org/