Buscar
viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Carta a Ángel Bolívar Fajardo Pucha, maestro ecuatoriano - por Chema Tante

 

maestras y maestros

A las maestras y los maestros de la República Española

 

Angel Bolívar Fajardo Pucha

Carta a Ángel Bolívar Fajardo Pucha, maestro ecuatoriano - por Chema Tante

A las maestras y los maestros de la República Española

CHEMA TANTEPubliqué hace poco, Ángel Bolívar, un artículo tuyo, que me llegó de la mano de José Manuel Castellano. Para quien no lo sepa, José Manuel Castellano es un firguense lagunero, historiador, doctor y académico, que honra a Canarias participando en el noble esfuerzo de la Universidad ecuatoriana por formar docentes para la democracia.

 

Democracia. Cómo me recuerda tu nombre, Ángel Bolívar, la vocación democrática de las repúblicas latinoamericanas que se sacudieron la dependencia hace dos siglos. Justamente ahora, otro pueblo, que habla otro idioma, está intentando liberarse de la misma sujeción para también poder decidir por sí mismo su destino.

No creas, Ángel Bolívar, que publiqué tu artículo por ser amigo de José Manuel, que lo soy. Lo hice porque estoy convencido de que, con tus palabras, tu teclado destiló la verdad. Todas las profesiones, todos los oficios, tienen la misma dignidad y se necesitan igualmente para la sociedad. Pero no hay actividad humana que tenga la trascendencia de futuro que tiene la docencia. De lo que hacen maestras y maestros y el profesorado de secundaria y de la Universidad, depende lo que serán los pueblos.

Esto lo sabía muy bien la felonía franquista que atropelló la democracia en el estado español en el segundo tercio del siglo pasado. Por eso las maestras y los maestros; las profesoras y los profesores tuvieron un tan doloroso protagonismo en la represión en la que tanta gente fue arrojada de sus puestos de trabajo y sufrió vejaciones, exilios, torturas y prisión, cuando no se les asesinó, directamente. Es lo mismo que hicieron Hitler y Mussolini, perseguir la enseñanza libre. Como después es lo mismo que imitaron las dictaduras latinoamericanas que, tú lo sabes bien Ángel Bolívar, aplicaron especial saña en el acoso a las y los docentes. Y es también lo mismo que está haciendo, quizá no tan sangrientamente, pero con la misma eficacia y maldad, el neoliberalismo, que favorece la enseñanza privada y recorta presupuestos y coloca obstáculos para el acceso a la educación pública. Por eso vemos estos días como el centralismo español pone su mirada sobre la escuela pública catalana. Es que sabe que allí, en la escuela, cristaliza la identidad y la cultura de ese pueblo.

Porque el fascismo, la derecha, el neoliberalismo, que son tres caras del mismo monstruo, quieren reservar la formación para las clases afortunadas. Porque tienen muy claro que un pueblo culto y consciente de lo que es, siempre se resistirá a la sumisión; que las trabajadoras y los trabajadores con conocimiento, siempre serán más difíciles de explotar.

Por eso hay que darte las gracias a tí, Ángel Bolívar por tu artículo: Y hay que darles las gracias a las y los jóvenes que, como tú, asumen el insigne compromiso de formar a la gente para la libertad.

A tí, a ustedes, gracias.

Salud y República

Chema Tante

CHEMA TANTE