Según NC Telde, la destitución del director general nombrado por el Partido Popular evidencia la línea política de un partido poco exigente con la honestidad y la transparencia

·        Los nacionalistas encuentran altamente preocupante que un puesto de tal relevancia como es la Dirección General de Recursos Humanos haya estado, por designación de la Alcaldesa, nada menos que tres años ocupado por alguien que no cumple con los requisitos necesarios.

Tras conocer la noticia del cese del director general de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Joan Perdomo, por presuntamente haber falsificado la titulación académica que figura en su expediente, Nueva Canarias Telde entiende que hay que dirigir la mirada hacia quien es directamente responsable de su contratación, el Partido Popular y la alcaldesa Mari Carmen Castellano.

Y es que, como bien subrayan los nacionalistas, no se trata ya de un asesor de confianza, sino de un puesto regulado con una enorme responsabilidad -tenía potestad para firmar, según su decreto de nombramiento, y negoció el convenio con la Policía municipal entre otros asuntos de máxima relevancia- que exige un perfil alto, y es preocupante que durante tres años lo haya podido estar ocupando alguien que no cumple los requisitos. Y que no se haya detectado el presunto fraude hasta ahora.

Para los nacionalistas, se trata no solo de un posible nuevo caso de fraude a la institución y a la ciudadanía, sino de una prueba más de la falta de exigencia en cuestiones de honestidad y transparencia por parte del Partido Popular teldense. “Con los antecedentes que tiene, de miembros acusados por presunta corrupción, por ejemplo, sino hila más fino a la hora de confeccionar su plantilla, sino vela porque la trayectoria de todos sus miembros sea intachable, es que no es su prioridad”, analiza la presidenta y candidata de NC, Carmen Hernández, quien ha hecho hincapié en que casos como este reafirman la postura del grupo nacionalista cuando afirma que con el PP teldense no comparte ni el proyecto social –de recortes y desmantelamiento de los servicios públicos- ni las formas y maneras de entender la política, poco exigente, insiste, con la honestidad y alejadas de la defensa del bien común como pilares básicos.