Marchena, el nuevo mandamás del CGPJ fue el que archivó el caso del máster de Casado. Los favores se pagan - por Chema Tante

Ya resulta feo que los altos cargos de uno de los poderes del estado, precisamente el llamado  a controlar a los otros dos, sean elegidos por consenso contubernial, por los partidos polìticos.

Más feo todavía luce la cuestión si esos partidos se encuentran enfangados por multitud de casos de corrupción; cuando esos partidos, además, deben su hegemonía a las campañas de intoxicación informativa que pagan con parte del producto de sus fechorías corruptas.

Feo de narices aparece ese espectáculo de ver en los cargos de decisión del poder judicial y en los altos tribunales a personajes de la peor estofa. Encima, cuando en el ámbito del derecho se encuentran profesionales de valía y capacidad.

Y ya la fealdad alcanza el paroxismo, cuando se nombra para mandamás del Consejo General del Poder Judicial a un ciudadano que ha tomado decisiones claramente favorables para determinados capitostes políticos. Sin ir más lejos, el librar de responsabilidad al actual presidente de la horda Ppera, del que se sospecha, con mucha fuerza, que recibía sus méritos académicos por la cara. Sospechas sustentadas en indicios muy claros que, cuando menos, exigen una investigación judicial rigurosa. Pero el bachiller al que se le acumulan licenciaturas y másteres sin que se le haya visto ningún esfuerzo, ha resultado exonerado de toda culpa. Fuerte beneficio le han hecho a la universidad con todo esto.

Por cierto que el tal Casado, para conseguir la recompensa para su benefactor, ha tenido que aceptar que le pongan en el tribunal que tiene que dilucidar sobre el Proceso catalán, a uno que es progresista. Y más. Incluso se ha avenido a romper la mayoría conservadora en el Consejo. Con esto, el protervo Ppero demuestra que se puede renunciar al fanatismo rencoroso, cuando se trata de salvar el cuello propio.

La Justicia de este estado no de derecho sino de derecha español sufre espantosos ridículos ante cuanta instancia europea comparezca. Se repiten sentencias y demás decisiones judiciales que sorprenden por su palmaria arbitrariedad, por mostrarse infectadas por la ideología, los prejuicios, el fanatismo...

Y todo esto, nunca se insistirá bastante, a pesar de que existe una gran cantidad de profesionales de calidad. Lo que ocurre es que, cuando prima la ley del dedo, se lastima la ley de la verdad.

* Lo escribe y lo sostiene Chema Tante

http://diario16.com/casado-propone-presidente-del-cgpj-al-magistrado-archivo-caso-master/