El portavoz de Nueva Canarias (NC) en el Ayuntamiento capitalino, Pedro Quevedo, considera que la colocación de cámaras de vigilancia son una solución “simple a un problema complejo de convivencia” surgido por el ejercicio de la prostitución en la zona.

 El Ayuntamiento no puede esperar que con esta medida los vecinos vayan a poder convivir de una forma aceptable con la prostitución, puesto que se trata de un problema complejo que requiere de soluciones “más estudiadas, más planificadas y más consensuadas”.

 En este sentido Quevedo insta al gobierno municipal a que tenga en cuenta la propuesta que han planteado los vecinos del barrio de Arenales, que consiste en la creación de una mesa con representación de todos los partidos con presencia municipal y las asociaciones de vecinos afectadas, para elaborar una ordenanza que regule la ocupación del espacio público para el ejercicio de la prostitución.

 Para el portavoz de Nueva Canarias las medidas deben pasar por el consenso con los afectados, garantizar la seguridad, establecer normas de convivencia, e idear planes preventivos de políticas sociales.

 A otra parte

El portavoz de Nueva Canarias asegura que lo único que va a provocar la colocación de las cámaras en Arenales es que la prostitución se traslade a otros puntos de la ciudad, reproduciéndose el mismo problema.

 Quevedo reitera que la solución no está en llenar de cámaras las calles, que a la vez es una medida que atenta contra derechos individuales de los ciudadanos, sino en reconocer, o no, la legitimidad de que se pueda ejercer la prostitución y que esta se haga sin afectar a los vecinos.

 Asimismo señala que tampoco logran el objetivo de incrementar la seguridad, pues no impiden la realización de delitos, aunque tengan un efecto intimidatorio y sí contribuyan a la identificación de las personas que los cometen. A este respecto insta al Ayuntamiento a que incremente la presencia policial en las calles, si quiere mejorar la seguridad ciudadana.