Dice Pilar Álvarez León:

"La distancia entre el medio rural y la ciudad, donde todas las revoluciones conjuntas parecen ser posibles. El día a día de alimentar, pastorear, criar, y cuidar y que cuando miraba y buscaba una esperanza, una salida burocrática a eso que no entendía nada, no la encontraba.... y esa distancia sádica entre la poltrona de unos cargos que son indecentes porque no están donde deben ni hacen lo que la verdadera política debe. La diferencia entre la supuesta normativa que hace mayor la brecha entre la legalidad y la vida, que es lo que de verdad hay que proteger cuando se trata el medioambiente y la salud pública. Lo duro que es identificar hasta donde ha de llegar este cambio de sistema por el que luchamos, y casos que suceden casi en silencio, lejos, aislados, tan duros que pueden estar en la puerta de al lado sin que se les distinga una mirada, un gesto, un petición de ayuda, ...porque la impotencia, o la inaccesibilidad, o la dignidad que no se quiere perder porque es lo último que se guarda como último valor tangible. Todo eso duele. Y el dolor crece la convicción de que debemos de llegar con nuestras acciones de cambio a cualquier espacio que intuyas, ¡¡quítate el miedo y pregunta si puedes hacer algo!!"

Dice Candelaria Marrero

"Tienes toda la razón Pilar Alvarez León. Eel arte del pastoreo está mal visto cuando están cerca intereses privados de recaudación en las arcas, ahora vacíaz por el despilfarro. Es más fácil frenar a un ciudadano humilde que trabaja para subsistir y contribuye al mantenimiento de un oficio ya muy olvidado; los quesos y leche de cabra sólo existen en las grandes superficies y envasados al vacío, no existe la imagen del ganado pastando en grandes espacios rurales. Eso sólo existe en dibujos animados. Espero que lo que ha sucedido en el valle de Taoro no quede en saco vacío y mueva sensibilidades a aquellos que han forzado a Toño a esta triste decisión ante la impotencia del egoísmo privado."

Y dice Arkasov:

"Los daños de las cabras eran biodegradables lo de los "chalets", por cualquier sitio y lugar, autorizados por el Ayuntamiento acabaron con el Valle y ni fueron denunciados ni perseguidos. Se dice y bien que las ciudades son más ecológicas que los pueblos o pagos, o las casas construidas por doquier. Cierto. Todas esas viviendas llegarán reclamando servicios que muchos de los Ayuntamientos que dieron los permisos no pueden sostener. Los núcleos de población ayudan a proteger el paisaje de los vándalos de los chalets y las casitas de campo. El Cabrero protegía la tierra, los chalets la llenan de inmundicias y destrozan el paisaje. La ley castiga al protector y protege al trasgresor. Eso no lo entendía el Cabrero y por ello prefirió dejarnos aquí con nuestras leyes protectoras de desatinos. El Valle de la Orotava es una verdadera "perdigonada" al paisaje y esa no tiene castigo ni la persiguen las leyes. El mundo al revés."