Buscar
jueves, 25 de abril de 2024 08:10h.

Sí se puede y PODEMOS; lo que hay, Felipe Campos - por Chema Tante

Nadie negará -y yo menos que nadie- la calidad de infatigable defensor de causas populares que tiene Felipe Campos. Al abogado tinergeño nunca se le agradecerá bastante su tarea en el PGO estafador de Santa Cruz de Tenerife; en Arona; en lo de planta de asfalto de los Castro en La Palma; en la oposición al especulador puerto en Granadilla o, en estos días, su defensa de la martirizada y acosada RADIO SAN BORONDÓN.

Sí se puede y PODEMOS; lo que hay, Felipe Campos - por Chema Tante

Nadie negará -y yo menos que nadie- la calidad de infatigable defensor de causas populares que tiene Felipe Campos. Al abogado tinergeño nunca se le agradecerá bastante su tarea en el PGO estafador de Santa Cruz de Tenerife; en Arona; en lo de planta de asfalto de los Castro en La Palma; en la oposición al especulador puerto en Granadilla o, en estos días, su defensa de la martirizada y acosada RADIO SAN BORONDÓN.

Sin embargo, en su derecho inalienable a la expresión de opinión, Felipe Campos tiene montada una campaña personal contra Sí se puede y contra algunos de sus componentes, como Pedro Fernández Arcila o Fernando Sabaté, que no comparto, pero no he discutido, hasta que esta campaña ha pasado de lo personal a lo institucional. Y, como creo que las que yo estimo equivocadas afirmaciones de Campos dañan, no solamente a Sí se puede, sino también a PODEMOS y, sobre todo, a la causa de la democracia popular en Canarias, me siento obligado a relatar mi versión de los hechos. Por supuesto que Felipe Campos tiene también derecho a rebatirme y dispuesta está La casa de mi tía para ello.

Estos son los hechos:

PODEMOS, desde su etapa inicial, en la que participó activamente el partido IZQUIERDA ANTICAPITALISTA, contempló la afiliación de militantes de esta organización, abriendo la posibilidad de la doble militancia. Una figura que se ha mantenido vigente y abierta en PODEMOS. Cualquier militante de otro partido puede afiliarse a PODEMOS, si la organización de origen lo acepta. Y estas personas son militantes de pleno derecho, con todas sus consecuencias, incluyendo sin límites los derechos electorales activo y pasivo. Toda persona militante de PODEMOS, tenga o no afiliación a otra fuerza, puede votar y ser elegida. Esto es así y esto está vigente hasta tanto la propia organización tome soberanamente una decisión en otro sentido. Y se trata de una norma interna de PODEMOS que ninguna persona o grupo dentro de PODEMOS y, mucho menos, fuera de PODEMOS tiene derecho a irrespetar, mientras siga vigente.

Por otra parte, en Canarias, concretamente en Tenerife y en Lanzarote, tuvieron lugar unos precedentes, varios años antes, de lo que conocemos por el 15 M y PODEMOS.

En Lanzarote, un grupo de ciudadanos y ciudadanas pasó, con toda naturalidad, a constituir la formación Alternativa ciudadana 25 de mayo. En Tenerife, el proceso transcurrió de manera algo más complicada. Lo que más tarde eclosionó en todo el estado como el !5 M,se produjo en esta isla, repito que varios años antes, con el nombre glorioso de ASAMBLEA POR TENERIFE. Y, de la misma manera que la ciudadanía indignada decidió organizarse para actuar en política y ello cristalizó en PODEMOS, una parte de ASAMBLEA POR TENERIFE, no sin traumas, por cierto, optó también por constituir Sí se puede. 

Es preciso insistir en la coincidencia entre ambos fenómenos, con algún tiempo de diferencia. El sentimiento popular que motivo el nacimiento de PODEMOS desde el 18 M en todo el estado fue el mismo que en Tenerife generó Sí se puede, desde ASAMBLEA POR TENERIFE. Tanto es así que no es gratuita la afinidad de las denominaciones. Sí se puede se llamó de esta manera, sin sospechar que, cinco años más tarde, la ciudadanía en acción iba a decidir llamarse PODEMOS. Y PODEMOS adoptó su nombre, porque -con el desconocimiento habitual en el estado de lo que pasa en Canarias- ignoraba que en Tenerife ya existía Sí se puede. Esta concurrencia en el nombre no pasa de ser una anécdota. Pero una anécdota reveladora de la otra concordancia, mucho más importante, entre los criterios y objetivos de ambas organizaciones.

En Canarias somos muchas las personas que consideramos que lo que ocurre en Canarias y lo que ocurre en el resto del estado van por vías distintas, quizá cercanas en algunos momentos, pero divergentes, en el medio plazo. Las diferencias geopolíticas hacen que, por lo general, lo que conviene al resto del estado, le perjudica a Canarias. Y a la inversa. Por eso las organizaciones de ámbito estatal se ocupan poco de lo que le pasa y sufre el archipiélago. Y por eso también, se hace necesario que existan partidos canarios. De obediencia canaria. Sin embargo, las complicaciones electorales impiden que estos partidos canarios, que representan en el mejor de los casos, a una parte minoritaria de toda la población del estado, puedan cumplir papeles decisivos en la política general. En esas circunstancias, un partido que aspire a representar la voluntad popular canaria y a defender sus intereses tiene más posibilidades de acción si se apoya en otras organizaciones de ámbito estatal, maxime cuando, como ocurre en PODEMOS, las previsiones electorales son muy favorables.

Por eso, Sí se puede, más que buscar alianzas con PODEMOS, optó por unirse de forma más íntima con ella. De manera abierta, sin ocultarse, personas militantes de Sí se puede se afiliaron, en el ejercicio de su derecho, a PODEMOS y, con la misma claridad, solicitaron la confianza de la afiliación podemista, integrándose en una candidatura a los órganos canario y locales isleños de PODEMOS. Contra esta acción se levantaron voces desde dentro de PODEMOS -La casa de mi tía publicó alguna de ellas- y también -cosa que a mí, por lo menos, no me parece lícito- desde fuera de PODEMOS. En todo caso, mientras tuvo lugar el proceso electoral, yo me abstuve de presentar ninguna declaración, porque siempre me ha parecido poco correcto injerirse en asuntos ajenos.

Pero al final, las urnas han decidido. Y muchas de las personas militantes de Sí se puede han resultado electas para los órganos de dirección en Canarias de PODEMOS. Yo, desde luego, me felicito por ello, porque considero que es una magnífica manera de que ambas organizaciones avancen en la confluencia, entre ellas y con otras organizaciones de poder popular. 

Felipe Campos, está claro, no comparte mi opinión. Y ha seguido, con un talante que a mí me luce poco democrático, cuestionando desde fuera una decisión soberana de una organización y calificándola de "asalto de Sí se puede a PODEMOS" y, en un razonamiento que a mí me parece inconsistente, diferenciando la doble militancia, de la "doble dirigencia", cuando las normas internas de PODEMOS no ponen limitación alguna a los derechos de militancia de nadie, bajo ninguna circunstancia. Felipe Campos alega que todo esto ha sido una "operación de dominación de PODEMOS por Sí se puede, tramada por ambas cúpulas". Yo, personalmente, dudo mucho que esto fuera verdad. Pero, si lo fuera, las cúpulas de PODEMOS y de Sí se puede, lo son porque han resultado elegidas democráticamente. Y lo que hagan es incumbencia, como mucho, de las bases de cada organización. Es más, yo le diré a Felipe Campos que a mí me parece estupendo que a la militancia de PODEMOS acepte las tesis canarias de Sí se puede para actuar en política en las islas y en el estado. Si se acusa de sucursalismo a PODEMOS, que permita entrar a gente de un partido canario, dice mucho de la voluntad de abandonar las tentaciones sucursalistas.

Y esta obsesión por atacar a Sí se puede, aunque con ello dañe a PODEMOS, lleva a Felipe Campos a entrar en el ámbito personal. Sus ataques a Pedro Fernandez Arcila y Fernando Sabaté han arreciado. En el caso de Fernández Arcila, los cuestionamientos aluden a aspectos políticos y profesionales, por lo que nada tengo que oponer, porque son campos en los que toda crítica debe ser aceptada, si se funda en hechos probados. Pero en cuanto a Fernando Sabaté, Felipe Campos incursiona en temas familiares, y eso me parece reprobable. Máxime, cuando las invectivas tergiversan -cuando no mienten- la realidad. Ello me anima a aclarar algún punto.

Fernando Sabaté es hijo de su padre. Y el padre de Fernando Sabaté, mucho tiempo alto empleado de DISA, recibió parte de sus emolumentos en forma de acciones de la sociedad en que prestaba sus servicios. De eso, a decir que Fernando Sabaté es accionista de DISA, hay un largo trecho. El trecho que separa la verdad de la mentira.

Esto es lo que hay, Felipe Campos. Te guste o no, las personas militantes de Sí se puede que se presentaron a las elecciones de PODEMOS, lo hicieron de manera legal, limpìa y abierta. Y la decisión electoral, a sabiendas de la doble miliitancia de tales personas, las ha colocado en la dirección en órganos canario y locales de PODEMOS. Yo creo que hablar de "asalto al poder" y "dominación de PODEMOS por parte de Sí se puede" son afirmaciones que no solamente son erróneas, sino que lesionan gravemente, sin necesidad ninguna, a las respectivas imágenes de ambas fuerzas políticas y, lo que a mí más duele, pone trabas en el proceso de la imprescindible unidad popular en Canarias.

Y lo que escribo, Felipe Campos, no supone, como tú me has calificado, censura ni negación de tu derecho a expresarte. Es, simplemente, mi opinión de que estás equivocado en esta cuestión. Refutarte no es censurarte.