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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Ramón Pérez Almodóvar: “La coacción del Gobierno a Radio San Borondón supone un ataque al pluralismo político y la libertad de expresión e información

SB-Noticias.- El periodista Ramón Pérez Almodóvar reflexionó de este modo en La Trapera de Radio San Borondón sobre el expediente abierto por el gobierno de Canarias contra la emisora por el que se multará con una suma que oscilará entre 100.001 y 200.000, sencillamente por emitir, algo que sin embargo no ocurre con la mayoría de las radios de las islas que están emitiendo en las mismas circunstancias legales que Radio San Borondón.

Ramón Pérez Almodóvar: “La coacción del Gobierno a Radio San Borondón supone un ataque al pluralismo político y la libertad de expresión e información”    

Los grandes empresarios canarios utilizan los medios de comunicación como arietes para facilitar sus negocios y para pegar “toletazos” a sus oponentes, dijo

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SB-Noticias.- El periodista Ramón Pérez Almodóvar reflexionó de este modo en La Trapera de Radio San Borondón sobre el expediente abierto por el gobierno de Canarias contra la emisora por el que se multará con una suma que oscilará entre 100.001 y 200.000, sencillamente por emitir, algo que sin embargo no ocurre con la mayoría de las radios de las islas que están emitiendo en las mismas circunstancias legales que Radio San Borondón.

El periodista se hizo eco de la soledad más absoluta en la que se encuentra Radio San Borondón porque tras denunciar este abuso de poder, ninguna institución, ni ningún partido de izquierdas haya expresado su apoyo decidido contra esta persecución política y dijo que esta coacción a Radio San Borondón supone un ataque al pluralismo político y la libertad de expresión e información.

Sobre su situación, Ramón Pérez Almodóvar reconoce que ejercer un periodismo crítico con el sistema le ha pasado factura, en el sentido de que si quiere ejercer su profesión tiene que irse fuera de las islas, como ya ha hecho en más de una ocasión, una circunstancia que se da por el simple hecho de que en Canarias no hay muchos medios de comunicación y en los que hay se exige “pasar por el aro” para poder trabajar.

A eso suma el impresionante enchufismo y clientelismo que hay: “Hay que tener un carnet de un partido político (en referencia a CC) para entrar a trabajar en determinados sitios”, dejando claro que los profesionales están en la disyuntiva de que si quieren hacer periodismo tendrán que enfrentarse con los poderes establecidos, con el sistema y con la propia empresa, como le ocurrió a él, no en vano quienes estaban en la dirección de la empresa para la que trabajaba “no eran cuatro culichichis”, sino empresarios muy poderosos.

Al respecto, afirma que los grandes empresarios canarios utilizan los medios de comunicación como arietes para facilitar sus negocios y para pegar “toletazos” a sus oponentes, por lo que prácticamente no hay periodistas que estén dispuestos a dar la batalla: “Es una pena que no haya una unión de periodistas con ganas de crear una cooperativa, para hacer periodismo puro, pegado a la gente, con la mente en salir adelante informado a la población”.

Desde su punto de vista, es factible hacer un periódico de este tipo que llegue a la población, incluso muy factible que en pocos meses sea rentable: “Estoy convencido de que se puede hacer” y puso como ejemplo la experiencia del Pásalo, “otra cosa es que se quiera hacer”, enfatizó, recordando que este es un territorio en el que hay pocos medios privados, propiedad por desgracia de grandes poderes económicos, “y si quieres trabajar en ellos, tienes que portarte bien”.

Y en relación a los medios públicos, Pérez Almodóvar afirma que están manejados por comisarios políticos de CC, que obligan a ser sumisos para poder trabajar en ellos, de modo que si hay profesionales que quieren hacer otras cosas, tienen que armarse de valor, conseguir un grupo de gente que tenga claro el objetivo y que esté dispuesto a darlo todo para informar a la población.

“Yo sé lo que hice, hice lo que hice conscientemente a sabiendas de que me la jugaba, pero gane la demanda en dos sentencias. A partir de ahí pude relacionarme con los movimientos sociales y colaborar con ellos y después tuve la ocasión de volver a trabajar fuera y no me arrepiento de nada”, aseguró el periodista.