'Yo también vivo en el 102', porque la justicia demuestra que no defiende la verdad
Viernes 19, concentración, a las 7:00 horas, en el Nº 102, calle Ismael Domínguez (Tacoronte).
Desde mi ignorancia del derecho formal, pero también desde mi sentico común y mi sentido de la democracia, proclamo que, cuando aparecen nuevas pruebas en un caso judicial, los tribunales tienen la obligación, no sé si legal, pero sí seguro que democrática y equitativa, de revisar la situación a la luz de esas nuevas pruebas. El Derecho procesal no puede arrollar la verdad y la justicia. Y grito con todas mis fuerzas que Berta y Antonio son culpables del tremendo delito de no tener las perras necesarias para pagar abogados que les defiendan, en esta estado cuya Constitución estableve la justicia universal. Qué manera de tomarnos el pelo.
Antonio y Berta, la pareja -en este caso, da igual que sea una pareja anciana, porque tienen la razón- que ha perdido la titularidad de su casa a manos de un vecino indecente, ha demostrado sin lugar a dudas dos cosas: Que es mentira que construyeran su vivienda sobre los cimientos del otro. Y que el problema ha venido por su ignorancia de los procedimientos y por la desastrosa actuación de unos abogados indolentes.
No puede aceptarse que la acción infame de unos leguleyos y un equivocado sentido del formalismo consigan que un vivillo le arrebate su propiedad a una pareja honrada.
Debe quedar para la historia esa afirmación del Supremo de que rechaza las nuevas pruebas, "porque eran de dominio público.