Efectivamente, una profesión que nació para contribuir a la mejora de las relaciones sociales, se ha encontrado, más a menudo de lo deseable y en estos momentos, con unos niveles de presión intolerables, obligado a suplir carencias y a acompañar a personas en desamparo. Y por eso, dice Iris, los y las profesionales del Trabajo Social se ven en la obligación de encauzar las protestas y la lucha de la gente or enderezar una situación injusta.

Es un aspecto que me parece muy interesante. La gente que se dedica profesionalmente al Trabajo Social no estan vocacionakemte dirigidos al activismo. Su función, en condiciones normales -que han desaparecido, por desgracia- es mucho menos conflictiva. Pero las circunstancias mandan, y profesionales que deberían estar desempeñando su trabajo en condiciones pacíficas, se encuentran en medio de sste torbellino social.

Vean el texto de Iris de Paz:

http://rainbowwritee.wordpress.com/2012/09/16/trabajo-social-en-tiempos-revueltos/