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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

ANDALUCIA sin rumbo - por Carlos Martínez

 

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ANDALUCIA sin rumbo - por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del PSlF, miebro sel Consejo Científico de Attac España

 

No vamos a hablar de resultados ya conocidos de sobra de las elecciones andaluzas de 2018, sino de opinar y proponer.

Por fin, Andalucía uno de los territorios más grandes y el más poblado del estado español, salta a las noticias y se reconoce la importancia que tiene. Bien.

Veamos, el PSOE fruto de sus propios errores muy graves, pasados y presentes, así como los de la propia Susana Díaz, personaje menos popular de lo que sus asesores -por cierto fatales- le hacen creer, y más temida que respetada en su propio partido, ha sufrido un durísimo varapalo. Susana Díaz sustenta su poder en una poderosa red clientelar de años -hecho por cierto común en todas las comunidades autónomas- pero que esta vez ha patinado así como en los miles de puestos de libre designación, plagados de personajes que por inútiles se aferran a sus cargos y son la guardia pretoriana del susanato. El PSOE merecía un duro correctivo, pues habían cosas que no podían ser y sobre todo demasiadas complicidades con el poder real, es decir el financiero y gran/empresarial. Susana es un personaje muy conservador ante la crisis de estado, monárquica y centralista, por eso deseó ir a Madrid, liquidar a Sánchez e instaurar la versión 2 del felipismo peor.

Las y los militantes socialistas se lo impidieron. Ahora teje y desteje, amenaza y exige fidelidades inquebrantables al objeto de plantar cara a quienes piden la imprescindible regeneración del socialismo andaluz. Pero la regeneración, insisto, dentro del PSOE-A es imposible. Hay que rescatar el socialismo. Lo debemos hacer las y los socialistas y a su vez ofrecer nuestras herramientas para construir un socialismo plural, andalucista, republicano, ecologista y federalista a las personas de izquierdas andaluzas en proyecto ilusionante.

No hay en estos momentos un referente claro de las izquierdas andaluzas capaz de plantarles cara con eficacia a un muy probable gobierno de las derechas y el neo-fascismo. También a un poco probable gobierno de Susana Díaz con Ciudadanos al objeto de seguir practicando políticas neoliberales.

Mientras Díaz busca presionar a Marín, el líder de Cs, y comienza a hacerlo con Adelante Andalucía, que por cierto se ha llevado un batacazo proporcionalmente mayor que el PSOE-A, sin que por ahora se muestre nadie de esa formación dispuesto a asumir responsabilidades, comienzan a surgir voces en esa coalición llamando a una posible abstención.

La situación es muy complicada. El PP quiere llegar a mandar, a “pillar” y a hacer negocio privatizando servicios públicos y despidiendo funcionarios, aliado a un partido de extrema derecha que para comenzar no cree en Andalucía, es machista y desea liquidar las cosas bien hechas, aunque insuficientes, en apoyo de las mujeres. Ante esto Ciudadanos que se ve con problemas de imagen para asumir un tripartito derechista, pero está comprometido a echar al PSOE-A, acabará al final propiciando que la derecha gobierne y la verdad yo no veo diferencias sustanciales entre Cs, PP y VOX las tres patas de FAES y el aznarismo. O tal vez pueda haber adelanto electoral. 

Ante esta tesitura es momento de exigir en España que la mayoría que se articuló entre las fuerzas parlamentarias de la moción de censura, se entienda y continúe. Haga las reformas legales imprescindibles y se protejan también a ciudadanas y ciudadanos andaluces que pueden sufrir el yugo y la indefensión ante la extrema derecha, en espacial mujeres y asalariadas e inmigrantes. Porqué la cuestión no es tan solo aprobar unos presupuestos, sino liquidar la ley mordaza, la reforma laboral y mejorar las leyes de violencia de género y penales.

Pero no solo por el bien de Andalucía, sino también de Cataluña…

¿Qué ha ocurrido en Andalucía? Sencillo, la crisis de estado ha llegado. Ya no solo está en la desembocadura del Ebro. También en la del Guadiana.

El régimen está en crisis y VOX no son sino unos de los bomberos para solventar esa crisis con menos democracia y creando un enemigo externo inventado. En todos los actos de VOX se grita viva el rey.

Los mismos dueños de invernaderos que votan ahora VOX, antes PP, contratan miles de africanos para hacer un trabajo muy duro que ellos no quieren que hagan sus hijos o sus primos. El problema no es el fascismo, el problema es una derecha autoritaria que existe y ya encarnan sobradamente PP y Ciudadanos.

Por tanto las elecciones municipales volverán a ser claves y hay que prepararse y ganar también para la izquierda transformadora las poderosas Diputaciones andaluzas.

En lo inmediato, la dimisión de Susana Díaz es imprescindible.