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jueves, 18 de abril de 2024 07:49h.

En Canarias sabemos por qué sigue el bloqueo a Cuba - por Ángel Cuenca Sanabria 

 

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ángel cuenca sanabriaLas recientes ‘trumpadas’ lanzadas al aire, a modo de boxeador groggi, por el presidente USA contra Cuba, ante un casposo y nostálgico auditorio de cubano americanos residentes en Miami, donde no faltaron algunos conocidos terroristas internacionales amparados por EEUU, son una nueva manifestación de la esquizofrenia en que se debate el poder imperial a la hora de diseñar su estrategia para acabar con la revolución cubana y posesionarse otra vez de la isla.

En Canarias sabemos por qué sigue el bloqueo a Cuba - por Ángel Cuenca Sanabria 

Las recientes ‘trumpadas’ lanzadas al aire, a modo de boxeador groggi, por el presidente USA contra Cuba, ante un casposo y nostálgico auditorio de cubano americanos residentes en Miami, donde no faltaron algunos conocidos terroristas internacionales amparados por EEUU, son una nueva manifestación de la esquizofrenia en que se debate el poder imperial a la hora de diseñar su estrategia para acabar con la revolución cubana y posesionarse otra vez de la isla.

Como en el popular refrán del perro de Flora, en Washington  cuando no gritan lloran ante sus fracasados intentos de acabar con el socialismo cubano. Más de cinco décadas de mano dura basada en un bloqueo genocida para nada les ha servido en la concreción de sus planes fagocitadores, ni tampoco para  fomentar el asilamiento internacional de Cuba, intentos  que -cual boomerang-  han terminado produciendo su propio arrinconamiento en la ONU, dónde ya sólo cuentan con el escuálido e interesado apoyo de Israel cada vez que Cuba denuncia dicha criminal política, reliquia de la guerra fría, rechazada unánimemente por el resto de la comunidad internacional.

Más allá de causas coyunturales como la urgencia de un acorralado Trump por ganar apoyos como los de los senadores Rubio y Díaz-Balart, connotados títeres pro imperialistas de descendencia cubana, habría que ver –insistimos- en la mencionada esquizofrenia, hija de la falta de resultados anexionistas, la verdadera causa de este nuevo golpe de timón en la errática deriva política de EEUU contra Cuba.

Han bastado poco más de un año del restablecimiento de relaciones diplomáticas, del inicio de incipientes  intercambios comerciales e inversiones de americanos cubano descendientes,  una mayor fluidez en los envíos y remesas desde EEUU a las familias cubanas, del incremento de visitas familiares de cubanos residentes USA y, sobre todo, que en el paisaje urbano y rural de la isla comenzara a apreciarse la presencia notable de visitantes estadounidenses consumiendo los excelentes servicios que la isla ofrece, estatales y privados, hoteles, arrendamientos, transportes, restaurantes, paladares o actividades culturales y de ocio, para que en las calenturientas mentes más retrógradas del imperio cunda la inquietud ante la hipótesis de que un aumento de los intercambios comerciales y –sobre todo- turísticos  pudiera contribuir al fortalecimiento de la revolución cubana.

Inquietud acrecentada entre la mafia cubana de Miami, representada por Rubio y Díaz-Balart, por el temor de que un desarrollo del negocio turístico cubano  basado en el mercado emisor  norteamericano termine por provocar el cierre de sus negocios –confesables o no-  en Miami Beach y otros destinos turísticos de La Florida.

Y eso que todavía no están permitidas las visitas turísticas norteamericanas, en la amplia concepción que esta actividad tiene,  sino visitas programadas de cruceros,  grupos comerciales, culturales, familiares o religiosos, entre otros, lo que hace más inaudita aún la inquietud generada en tales poderes fácticos del país del norte.

En Canarias conocemos perfectamente las consecuencias, positivas y negativas, del desarrollo turístico. En el último año se han sobrepasado ya los quince millones de visitantes, mientras que Cuba, con mejores atractivos naturales y culturales, en cantidad y calidad, si exceptuamos la mayor benignidad de nuestro clima, apenas llegó a los cuatro millones. La explicación de que Canarias le cuadruplique la cifra de turistas está precisamente en el bloqueo USA a la hermana república caribeña. ¿Cuántos turistas tendríamos si la Unión Europea prohibiera viajar a Canarias?...

Canarias dispone de un relativamente cercano mercado emisor de aceptable nivel adquisitivo como Europa, lo mismo que Cuba con el aún mucho más cercano mercado USA, pero la ciudadanía norteamericana no tiene libertad para viajar a la isla. No es exagerado pensar que, de no existir el bloqueo, Cuba superaría con creces la cifra de turistas de Canarias. De hecho, la isla caribeña es uno de los pocos destinos turísticos del planeta aún por desarrollar turísticamente, atesorando una enorme potencialidad de crecimiento que el resto de los destinos turísticos maduros, sobre todo caribeños, ya han agotado.

No estamos hablando de imitar el modelo de crecimiento turístico canario o del resto del Caribe, nada recomendable en cuanto a sostenibilidad medioambiental , social y económica. La actividad turística, tanto en Canarias como en la mayoría de los países en vías de desarrollo, funciona como un mercado extractivo de materias primas, con innumerables fugas o escapes de valor que drenan hacia el exterior los principales beneficios que genera la actividad, repercutiendo de forma marginal o claramente insatisfactoria en el desarrollo económico y social local.

Por otra parte, el turismo ha dejado de ser un privilegio para convertirse en un derecho social, sobre todo para la clase trabajadora, y lejos de la visión peyorativa que la propia izquierda le atribuía como “economía terciarizada”, constituye una actividad industrial –por los encadenamientos productivos hacia delante y hacia atrás que genera- y, sobre todo, exportadora –al vender sus servicios a consumidores de otros países, aunque sean consumidos en el pais productor-, contribuyendo decisivamente al equilibrio comercial de bienes y servicios, de la balanza de pagos y fiscal , que compensa o incluso supera, los gastos por importaciones o transferencias fiscales estatales.

El ejemplo canario es paradigmático,  los quince millones de turistas gastan unos quince mil millones de euros en las islas, mientras el valor total  de nuestras importaciones ronda los trece mil millones de euros, nueve mil de los cuales proceden de España, tras haber convertido a Canarias en un mercado cautivo donde colocar sus excedentes, para generar en Península y Baleares miles de puestos de trabajo y cuantiosas rentas empresariales, laborales y fiscales, gracias al consumo canario de residentes y visitantes y a costa de destruir nuestros sectores productivos de autoabastecimiento.

Sin embargo Cuba, con su aún incipiente desarrollo turístico, es considerada por la Organización Internacional del Turismo (OIT), con sede en Madrid, como el país que más y mejor revierte sus ingresos provenientes de la actividad turística en beneficio de su desarrollo económico y social, lo que es debido a una razón fundamental, contar con la poderosa herramienta del Socialismo para redistribuir con equidad las rentas que genera entre la ciudadanía, a través de la educación, la sanidad, los servicios sociales y la cobertura del resto de demandas y necesidades básicas de la ciudadanía.

Muchos deconocen que las inversiones extranjeras en Cuba deben hacerse a través de sociedades mixtas con el estado,  en las que éste posee como mínimo el 51% de las acciones, asegurando la propiedad pública de los medios de producción, aunque cediendo parte de su gestión al sector privado.

No son nada infundados, por tanto, los recelos imperiales y de los grandes conglomerados económico financieros norteamericanos que sueñan con destruir la revolución cubana, pisotear su sobernía popular y posesionarse de nuevo del país, reconvirtiéndolo en un nuevo mercado a su servicio de materias primas, tanto turísticas como de cualquier tipo.

Modelo extractivo que estamos padeciendo en carne propia los canarios y que quisiera implementar el capital USA en Cuba. Precisamente por eso la chantajean con el bloqueo, por no poder perpetrar el expolio neo colonial al que están acostumbrados allá donde hincan su pezuña.

Y es que el socialismo cubano saldría, efectivamente, fortalecido con el desarrollo turístico y comercial generado por la normalización de las relaciones con EEUU, al incrementar los recursos nacionales disponibles para satisfacer las necesidades populares,  recursos que pertenecen principalmente a todos los cubanos y cubanas, un principio fundamental  al que la Revolución no va a renunciar jamás.

Pensar que el pueblo cubano cambiaría su socialismo por una pseudo democracia burguesa bananera y neo colonial, es no entender nada de lo que representa hoy  Cuba, su gente y su inconmensurable Revolución, que cuenta además con amplio apoyo y solidaridad internacional.

Lo que no está reñido con fomentar unas relaciones entre iguales, de cooperación, respetuosas de la soberanía nacional de cada cual y con niveles de participación razonables para los inversores foráneos en las inmensas posibilidades de desarrollo que se abren para la isla caribeña, gracias a la actualización ya puesta en marcha de su modelo económico y social.

Y, por favor, esperemos que nadie replique justificando el bloqueo por el modelo político cubano, ya que en sus réplicas deben explicar, por ejemplo, porqué EEUU no bloquea entonces China, ¿por ser más poderosa que Cuba?, ¿por ser tenedora de cientos de miles de millones de dólares en bonos soberanos USA?, ¿por ser una “democracia” capitalista al estilo occidental?, táchese lo que no proceda…

Mientras tanto, el nuevo y acaso efímero presidente yanquie debería buscarse otro sparring para practicar sus “trumpadas”. Cuba ha demostrado, durante  casi seis décadas ejerciendo su verdadera independencia nacional, que es inmune a las bravuconadas de los personajillos patéticos que cíclicamente ocupan la Casa Blanca. Algo que los ciudadanos norteamericanos deberían hacerse mirar por ser capaces de elegir tan impresentables gobernantes…

* En La casa de mi tía por gentileza de Ángel Cuenca Sanabria

ángel cuenca sanabria