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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

¿Antropoceno o Capitaloceno? Oxfam (2015), Omar Ernesto Cano Ramírez en ECOLOGÍA POLÍTICA (2017) y Víctor M. Toledo en LA JORNADA

 

FRASE CAPITALOCENO

Federico Aguilera Klink propone la reflexión sobre los conceptos "antropoceno" y "capitaloceno", sobre tres textos: Un informe de OXFAM de 2015 sobre la abismal diferencia entre las emisiones de carbon de los países ricos y de los países pobres; un artículo de 2017 de Omar Ernesto Cano Ramírez en ECOLOGÍA POLÍTICA y otro, de abril de este año, de Víctor M. Toledo, en el digital mexicano LA JORNADA. El asunto tiene su trascendencia, pues se trata de adjudicar las responsabilidades en el desastre ecológico que la actividad humana ha desatado en el planeta. Como dice el profesor Aguilera, el antropoceno -mejor dicho, la tergiversación del termino acuñado por Paul Krutzen en 2002- sostiene que "que todos los habitantes del planeta somos responsables del cambio climático, como si todos consumiéramos igual y todos generásemos la misma cantidad de residuos". En contraposición, con el capitaloceno se intenta poner la situación en la perspectiva real adecuada, para que sean las sociedades que han protagonizado la barbaridad y que se han aprovechado  de ella, las que carguen con la mayor parte del coste de la reposición ambiental. Si ella fuera posible todavía, añado con amargura yo, Chema Tante. Y hay que resaltar esa conclusión a que llega Jason W. Moore, citado por Toledo, de que toda esta catástrofe ha sido desencadenada por la obsesión de conseguir el beneficio, a cualquier coste. Es el neoliberalismo, amigas y amigos, el quinto jinete.

EMISIONES CO2

El cambio climático está indisolublemente unido a la desigualdad económica: se trata de una crisis impulsada por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por los ricos, pero que afecta fundamentalmente a los más pobres.

Todo el informe de OXFAM

https://www-cdn.oxfam.org/s3fs-public/file_attachments/mb-extreme-carbon-inequality-021215-es.pdf

 

Del Antropoceno al Capitaloceno

Desde que Paul Crutzen ─premio Nobel de Química─ propuso el concepto de Antropoceno en 2002 (Crutzen, 2002), su significado ha variado según el reduccionismo o la amplitud de los análisis, así como el uso político que se haga de él. Si bien el concepto de Antropoceno es útil para marcar un cambio en la historia geológica causado por las actividades humanas y mostrar los impactos negativos sobre el clima, carece de la precisión suficiente como para no ser manipulado y justificar más de lo mismo. Quienes ven en el Antropoceno la culminación del potencial humano para dominar y controlar la naturaleza difunden la idea de que el cambio climático y el calentamiento global no son sino males menores que pueden ser resueltos con más tecnología. Para ellos la humanidad, lo mismo que los ecosistemas, tiene la capacidad de adaptarse a cualquier nuevo escenario, por lo que no es necesario reducir el consumo material y el crecimiento industrial, todo lo contrario, “el planeta es más productivo que antes de ser alterado por los humanos”, y si fuimos capaces de adaptarnos a problemas anteriores, lo volveremos a lograr. En torno a esta noción está la idea de que el Antropoceno ha sido causado por nuestra naturaleza humana,[1] que es egoísta, individualista, nos impide ver más allá del corto plazo y nos impulsa a la conquista de la naturaleza. De esta manera, si todos tenemos la misma naturaleza, todos somos responsables de los problemas del Antropoceno. Una postura en consonancia con los Gobiernos y las empresas que prometen en cada crisis generar más riqueza y más consumo; agentes que mediante el uso de mecanismos legales y de propaganda hacen a todos responsables de la crisis actual (Vansintjan, 2016).

Todo el artícuolo de  Cano Ramírez en 

https://www.ecologiapolitica.info/?p=9698

Las numerosas críticas a la idea de un antropoceno quedaron finalmente condensadas en el concepto de capitaloceno, formalmente desarrollado en el libro de Jason W. Moore (Anthropocene or Capitalocene? Nature, History and the Crisis of Capitalism, 2016), ampliamente glosado en el número 53 de la revista Ecología Política (https://bit.ly/2UmMPyd ). Moore establece en su libro que es la coacción forzada del trabajo (tanto humano como no humano), subordinada al imperativo del beneficio a cualquier precio (la acumulación ilimitada del capital), lo que provoca la ruptura del equilibrio del ecosistema planetario.

Todo el artículo de Toledo en

https://www.jornada.com.mx/2019/04/09/opinion/017a2pol

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