Buscar
viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

Carlos Salem, Daniel Rojo y Laura González comparten en TENERIFE NOIR su buen diagnóstico del género negro en España

Carlos Salem, Daniel Rojo y Laura González

Carlos Salem, Daniel Rojo y Laura González coinciden en su buen diagnóstico del género negro en España

Los escritores y la directora de ‘Todos somos sospechosos’ comparten ‘Mesa para tres’ en el programa del Festival Atlántico Tenerife Noir este lunes

El género negro pasa por un buen momento en España; en esa idea coinciden los escritores Carlos Salem y Daniel Rojo, y la periodista Laura González, aunque, como es previsible, a partir de ahí comienzan los matices. “Lo veo con mucho más optimismo que hace dos o tres años atrás”, asegura Salem, el escritor porteño instalado en España desde el 88. Además, el noir español “está demostrando cada vez más que está a la altura de la mejor novela negra internacional”, asegura la directora del programa de Radio 3 Todos somos sospechosos. Por ese motivo, “va en alza”, confirma el escritor catalán Daniel Rojo. Salem, Rojo y González son los comensales de la Mesa para tres de Tenerife Noir, que se instala este lunes, 7 de marzo a las 19.00 horas en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz.

Tras el acto, público y autores se trasladarán a la sede del Equipo PARA en la calle de La Marina, para participar en la fiesta de inauguración de la Semana Grande de Tenerife Noir, la segunda del Festival Atlántico del género negro, que habrá comenzado a las 17.00 horas del lunes en la librería Agapea de Santa Cruz, con las entrevistas cruzadas entre autores canarios, Canarios en su tinta, protagonizadas en su segunda sesión por los diálogos entre Mariano Gambin y Yanet Acosta y entre Carlos Felipe Martell y Dulce Xerach.

Rojo ve en la cantidad de festivales negros que se organizan en el país y en la diversidad de subgéneros en el noir una señal de que “el género negro está subiendo; hay gente que dice que está muerto porque hace diez años estaba en boga. Bueno, yo sigo escribiendo”, dice. Es cierto que hace unos años, como apunta el escritor catalán, el género negro parecía vivir al menos un boom de ventas. Sin embargo, eso era más bien un fenómeno comercial asociado a thrillers escritos en países escandinavos, habitualmente, según Carlos Salem.

El autor argentino profundiza asegurando que hace unos años el género se estancó a partir de “una moda en la que todo lo que se vendía era una especie de novela negra sueca y al rebufo de esto se sacaban colecciones que nada tenían que ver”. Esto provocó en algunos autores la preocupación de que, al decaer, como es la naturaleza de las modas, cayera junto a ello el género negro en sí. Sin embargo, certifica el novelista y poeta, “en los últimos tres años ha surgido un amplio abanico de gente que ha cogido mucha fuerza y que incluso ha podido empatar, no sé si en ventas, pero sí en popularidad de lectores y en visibilidad, con esa otra novela, que en realidad era muchas veces un producto prefabricado”.

Laura González coincide con Salem desde su perspectiva como periodista y apunta que “se han erigido como los dos puntos clave de la novela negra en primer lugar a los americanos, porque ahí se gesta” y, en segundo lugar a los autores escandinavos, “porque parece que son los únicos y los mejores”; sin embargo, más allá de las costumbres y los tópicos que reservan estos dos sitios inaccesibles en el ranking –muchas veces por razones de mercado–, en el género que se hace en España “hay un montón de súper buenos autores en todo el territorio”. La periodista afirma esto con la experiencia que le dan las cuatro temporadas de su programa de radio, lo que le permite estar al tanto de lo que se escribe en nuestro país y que le garantiza “sorprendernos en positivo cada vez más”.

“En los últimos años, seguramente por lo que hemos tomado de Francia –donde se le ha dedicado mucho esfuerzo al género y tiene muchísimos adeptos–, creo que hemos intentando coger un poquito la fórmula, como la exhibición del género a través de festivales”, apunta González entre las razones que ayudan a explicar la fuerza del noir en nuestro país. En ello coincide Rojo, quien destaca la fuerza de unos festivales que “son encuentros literarios, fundamentalmente, pero todos han sabido combinar el cine, negro por supuesto, con maridajes, entre novela y cine y con lo que creo que es extraordinario: juntar la gastronomía con la literatura, porque es una expresión de una cultura general de una tierra, sea de Granada, de Tenerife, de Gijón…”.

La riqueza del género da lugar a la existencia no solo de “autores consagrados que ya sabemos que dominan el noir, como González Harbour y otro largo etcétera, sino que hay muchos autores poco conocidos que a lo mejor no llegan al gran público –porque ya sabemos las dificultades editoriales de estos momentos, que apuestan por firmas seguras–, y que, sin embargo, encuentras un montón de libros de gente que les han leído mil o quinientas personas y que son joyitas, son maravillosos”.

Este florecimiento da lugar a “una paleta mucho más amplia que hace muchos años”, dice Salem, mientras asegura que “el aparato de ventas va por otro lado, pero sigo queriendo creer que la gente escoge lo que quiere leer, sobre todo en esta época de redes sociales.

 

Poesía, novela y cultura canalla

Carlos Salem, nacido en Buenos Aires en 1959, residen en España desde 1988. Hace años que trabaja solo como poeta y novelista, con encargos puntuales como periodista, su primera dedicación. Como novelista, debutó en 2007 con Camino de ida, que mereció el Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón 2008 a la Mejor Primera Novela Policial escrita en español. Publicada en 2009 en Francia por Moisson Rouge bajo el título Aller Simple, fue finalista de los Prix 813 a la mejor novela policial traducida al francés, y señalada por la revistaLire como una de las diez mejores del año. Su segunda novela, Matar y guardar la ropa (Salto de Página, 2008), ganó el Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en nuestro idioma y que ha sido calificada por los críticos como un hallazgo. Con Pero sigo siendo el rey (2009, Salto de Página), expande su universo narrativo, en el que personajes protagonistas de una novela figuran como secundarios en otras, pese a la independencia de las tramas. En octubre de 2011 se publica su quinta novela, Un jamón calibre 45, en la que Salem da el salto a una editorial más importante, como es RBA. En 2014 se alza con el premio a la Mejor Novela de 2014 del festival VLC Negra por su obra Muerto el perro(Editorial Navona). En el Festival Tenerife Noir, además de la Mesa para tres, protagonizó un extraordinario recital de poesía con poemas de su último libro, El amor es el crimen perfecto (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2015).

 

Daniel Rojo Bonilla, fue un conocido gánster en los años 80 y 90 en Barcelona. Expolitoxicómano y exatracador de bancos, se lo presenta como un ejemplo de capacidad para la reinvención personal, por su firme decisión de cambiar de vida. Saltó a la fama de manos del escritor Lluc Oliveras al publicar sus memorias en tres libros: Confesiones de un gánster de Barcelona –primer premio ex aequo Rodolfo Walsh del festival de Novela Negra de Gijón en 2011 como mejor obra de no ficción–, El gran golpe del gánster de Barcelona y Mi vida en juego. Transformado en autor de novela negra, ha escrito la trilogía editada por Timun Mas Grupo Planeta La venganza de Tiburón (2014), El secuestro de la Virgen negra (2014) y Gran golpe en la pequeña Andorra (2015).

 

La periodista Laura González es la directora y creadora del programa de Radio 3 Todos somos sospechosos, un espacio innovador dedicado al género negro, creador de una forma original de abordar la cultura canalla desde el espacio radiofónico y en la intimidad de la madrugada.