Chema Tante recomienda: "3 consejos de guerra y 1 de paz" de Nicolás Guerra Aguiar

En 1958, Pedro Lezcano publica su poema Consejo de paz, galardonado con el Premio Gabinete Literario. En 1965 se publica el libro con el mismo título, al que el poeta añade unas estrofas. El entonces estudiante Salvador Sagaseta de Ilurdoz Paradas publica el poema ampliado en una página que acogía DIARIO DE LAS PALMAS. Salvador cometió toda su vida el inevitable delito de ser sobrino de su tío, Fernando Sagaseta de Ilurdoz Cabrera y por eso mereció persecución franquista. Pedro Lezcano y el editor-jefe del periódico, Juan Hernández, que oficiaba de director por ausencia del titular, pagaron el pato, acompañando al estudiante en un calvario judicial que ahora resulta bufo pero entonces fue muy serio. Nicolás Guerra Aguiar, que de la guerra repudia todo menos su propio apellido, contó la historia en un libro notable editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria, en 2000, 3 consejos de guerra y 1 de paz, con el que abro esta sección de libros recomendados por este que está aquí, Chema Tante.

lacasademitia.opennemas.com 29 de abril de 2020 (16:33 h.)

Consejo de paz

A Fernando Sagaseta

1
Muchachos que soñáis con las proezas
y las glorias marciales.
Bajaos del corcel, tirad la espada;
los héroes ya no existen o están en cualquier parte.
Llegará la hora cero de ser héroes
cualquier día cruzando cualquier calle.

2
Contables misteriosos
cerrarán un balance.
Decretarán la nada entre los hombres
misteriosos contables.
Cuando en los hondos sótanos,
valientes y cobardes
recen al Alto Mando
por un soplo de aire.
No los oirá ni Dios, que está más cerca;
no los oirá ya nadie.

3
Negación de los nombres.
Negación de las frases.
Si no sois primavera, espuma o viento,
Fuerzas de Tierra, Mar y Aire;
si el vendaval no sois ni la semilla,
ni la lluvia que nace de los mares,
usurpadores sois de las palabras
nobles y elementales.

4
Homicidas sin culpa se disfrazan
del color de la tierra y de los árboles,
con floridos ramajes en las frentes,
como en las bacanales...
Pero no son alegres las canciones
que inspira el mosto de la sangre.

5
Muchachos soñadores de epopeyas,
escuchadme:
El pecho es el lugar que se designa
para el balazo de los mártires.
El pecho, nave heroica
donde retumba el corazón amante,
donde el plomo penetra limpiamente
como en templo de sangre...
Pero sucia de barro y excremento,
cae la estatua de Marte.
Vuestras definiciones,
vuestras sabias verdades,
la inteligencia es pus sobre las frentes
de miles de cadáveres.
Y en la tierra abonada por la muerte
sólo he visto crecer la flor del hambre.

Muchachos soñadores,
bajaos de corcel, tirad el sable.
Cuando las botas pisen los olivos
y su símbolo aplasten,
coged su savia espesa, echadla al mar,
y veréis cómo aplaca tempestades.

Pedro Lezcano (Consejo de paz, 1965)