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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Cultura, Humanidades, Educación - por Antonio Morales Méndez

En su discurso de recepción del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015, el filósofo Emilio Lledó volvió a insistir en la importancia vital de las Humanidades (ese maravilloso conjunto de saberes que conforman el estudio de la Cultura) en nuestra sociedad actual.

Cultura, Humanidades, Educación - por Antonio Morales Méndez, presidente del Cabildo de Gran Canaria *

                         En su discurso de recepción del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015, el filósofo Emilio Lledó volvió a insistir en la importancia vital de las Humanidades (ese maravilloso conjunto de saberes que conforman el estudio de la Cultura) en nuestra sociedad actual. Dice Lledó: “Ese anhelo de superación, de cultura, de cultivo es, tal vez, la empresa más necesaria en una colectividad, en una “polis” y en su memoria. En ella, en esa educación de la libertad, alienta el futuro, el de la verdad, el de la lucha por la igualdad, por la justicia, por la inteligencia”. El que fuera catedrático entre 1964 y 1967 de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos en la Universidad de La Laguna, hermana tres conceptos fundamentales: Cultura, Humanidades y Educación, pero desde un punto de vista de rabiosa actualidad: el concepto de Humanidades, resultado de un largo proceso cultural, “es un ideal en la memoria colectiva y, sobre todo (…) es fuerza, dinamismo, riqueza para la sociedad”.

                Son, por tanto, los procesos culturales, los que dignifican a la colectividad humana, a la sociedad en su conjunto. Las instituciones públicas no deben olvidar nunca este precepto, independientemente de nociones mercantilistas en torno al fenómeno de la cultura. Una cosa es que la cultura forme parte del tejido económico de una sociedad cohesionada, y otra muy distinta es que la convirtamos en un mero producto de consumo, desprovisto de identidad, vacío y acrítico. Lo que está en juego es la identidad del ser humano, plenamente integrado en una colectividad, sujeto activo de una sociedad concreta. Por ello, la labor del Cabildo de Gran Canaria, tradicionalmente depositario del legado Humanístico de nuestra sociedad, debe no sólo garantizar la conservación y divulgación de nuestro patrimonio, sino también favorecer el diálogo con la sociedad que lo recibe, la sociedad de hoy. Ese es el objetivo que nos hemos planteados desde la Consejería de Cultura.

                A principios de octubre el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico incluyó “Risco Caído y los Paisajes Sagrados de Montaña de Gran Canaria” en la Lista Indicativa Española, paso previo e indispensable para su inclusión, en los próximos años, en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Esta decisión coloca a Gran Canaria en el punto de mira de toda la comunidad científica mundial y pone en valor una zona de la isla con gran potencial turístico, etnográfico, cultural en definitiva. El conjunto de cuevas y sitios arqueológicos de Risco Caído constituye, por la importancia astronómica, ceremonial y simbólica que le otorgaban los antiguos canarios, el núcleo de un proyecto que pretende tener alcance internacional y al que se suman también los llamados paisajes sagrados de montaña de Gran Canaria. A principios de año, la UNESCO ya había incorporado Risco Caído a su Portal de Patrimonio Astronómico, que incluye enclaves como Stonehenge (Reino Unido), Jantar Mantar (India) o Lascaux (Francia), expresiones únicas del patrimonio cultural del mundo. Pero no sólo es importante el hecho de que parte de nuestra cultura sea visibilizada, reconocida en el exterior. Quizás es más importante el que la propia sociedad canaria conozca y se reconozca en ese espejo de su cultura, en un pasado que se proyecta en el presente con todos los honores.

                Otro tanto podemos decir del patrimonio artístico. En poco tiempo abriremos una nueva etapa en el CAAM con la inminente selección de la persona que habrá de reorientarlo en los próximos cinco años.  Esta reorientación se hará de acuerdo con los principios básicos que rigen esta institución desde su fundación: vinculación con la sociedad canaria, estrechamiento de lazos entre creadores y artistas foráneos con los insulares, atención a las manifestaciones artísticas de América, África y Europa. El concurso de méritos al que se someterán los candidatos se ajustará a los criterios de buenas prácticas contenidos en el Documento Cero del Sector del Arte Contemporáneo Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte Contemporáneo, promovido, entre otras, por la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo, el  Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, el Consejo de Críticos de Artes Visuales o el Instituto de Arte Contemporáneo, entre otras instituciones.

                La música, como parte sustancial e imprescindible en la formación cultural de las personas, resulta prioritaria para la nueva corporación insular. Un país con dignidad debe potenciar la música desde la educación. Recordemos el masivo movimiento popular desarrollado en los últimos diez años en Suiza para incluir en la propia Constitución Federal la enseñanza de la Música como contenido obligatorio en los programas educativos. Ese logro ya está sentenciado para 2016. En nuestro entorno parece que se lleva el camino contrario. Por eso, en la medida de sus posibilidades, este Cabildo debe favorecer el acceso a la oferta musical a todos los sectores de la sociedad. En cuanto a la música tradicional, en estos días estamos impulsando la Fundación Nanino Díaz Cutillas para apoyar todo tipo de proyectos que acerquen la música a los jóvenes. Es nuestra intención crear un circuito musical paralelo al de artes plásticas y artes escénicas, ya consolidados, para apoyar a los distintos municipios grancanarios en su oferta de actividades musicales de cualquier género. También la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria inicia una nueva etapa gracias al proceso abierto para renovar su dirección artística, que durante doce años fue ocupada por el músico Pedro Halffter. Es preciso retomar y potenciar la tradicional vinculación de nuestra magnífica orquesta con la sociedad canaria en todos los sentidos. Por otro lado, hemos recuperado el diálogo con la Fundación Alfredo Kraus en la línea de iniciar una colaboración para catalogar y traer a Gran Canaria el importante legado de nuestro insigne tenor. Con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria hemos pactado también dar un giro imprescindible a la Fundación Auditorio. Es necesario que el Alfredo Kraus y el Pérez Galdós se abran a los creadores canarios. El Cabildo ampliará su participación en el accionariado y se equiparará al consistorio capitalino.

                Los Museos del Cabildo han alcanzado en los últimos años las mejores cotas en los estándares de calidad exigibles para este tipo de establecimientos (accesibilidad, eficiencia energética, visibilidad, etc.). En esta nueva andadura coinciden fechas realmente importantes que es preciso destacar. El año que viene, por ejemplo, se cumple el décimo aniversario del Museo y Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, en Gáldar. Un amplio programa de actividades se presentará en los próximos meses para celebrar tan importante acontecimiento. También el personal de la Casa Museo Pérez Galdós, así como la Cátedra que lleva el nombre de nuestro escritor más universal, han iniciado los preparativos para celebrar el “Bienio Galdosiano” (2018-2020), cuyo arranque será el Congreso en torno a la figura del autor que se desarrollará en 2017. Por su parte, las obras de rehabilitación y ampliación de la Biblioteca Insular, si todo va bien, se concluirán a finales del próximo año, lo que permitirá su rendimiento a plena capacidad para consolidarse como centro de referencia en la promoción de la lectura en la isla. No debemos olvidarnos,  además, de un viejo proyecto que ahora hemos impulsado, que es la edición de la obra completa de Saulo Torón, uno de nuestros principales autores modernistas, y que ahora verá la luz de la mano de Yeray Rodríguez.

                Como decíamos al principio, la cultura no deja de ser la manifestación de la identidad de una colectividad. El ser humano se siente involucrado en su propia cultura cuando se retrata y se reconoce en su historia, en sus artes plásticas, en su música, en su literatura, pero también en sus tradiciones populares, sus fiestas y sus creencias religiosas. Decía Manuel Alemán que “cada pueblo, al expresarse en sus fiestas, traduce en ellas su modo de sentir y sus sentimientos concretos y refleja los contenidos de su identidad propia, de su situación sociológica específica, de su mundo psicológico peculiar y de las huellas de su historia”. Las Fiestas del Pino de 2015 cumplieron medio siglo desde su declaración como Fiestas de Interés Turístico, una ocasión que el Cabildo de Gran Canaria no ha querido dejar pasar para apoyar su reconocimiento internacional e impulsar su programación con esperadas novedades, como la participación de grupos folclóricos de todas islas, incluida La Graciosa. La música y el baile tradicional de cada Isla volvieron, tras doce años de ausencia, tanto al Festival Folclórico de Gran Canaria (6 de septiembre) como a la 64 Romería Ofrenda que reúne a los 21 municipios. También se le dio un impulso al Festival Teresa de Bolívar, que volvió a celebrarse en dos jornadas.

                Esta ha sido nuestra tarea en el área de Cultura en poco más de cien días de Gobierno. Estamos dispuestos a trabajar duramente para aligerar la aseveración de Lledó de que “el cielo de las humanidades está en realidad lleno de nubarrones violentos”.

* En La casa de mi tía por gentileza de Antonio Morales Méndez