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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Deterioro social, justicia fiscal, normativa laboral, tensiones territoriales... tanto han dilatado las soluciones que, quizá sea ya tarde - por Chema Tante

 

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Deterioro social, justicia fiscal, normativa laboral, tensiones territoriales... tanto han dilatado las soluciones que quizá sea ya tarde - por Chema Tante 

Se vislumbra un nuevo gobierno. Si el Congreso quiere. Un gobierno de progreso por el que tanta gente, tanto tiempo, hemos clamado. Y voto a Achamán que me irrita ahora plantear mis suspicacias y mis temores. Pero es que la catástrofe es de tan grande magnitud, porque se han ido dilatando las acciones, y se han desatado las pasiones a un punto tan furibundo, y se ha consentido la codicia de la gente rica de tal manera, que mucho me temo que ahora sea ya tarde para encontrar remedios para estos enormes entuertos. Y ojalá me equivoque.

Digo yo que el deterioro social, la justicia fiscal, la normativa laboral, y las tensiones territoriales en este estado español han alcanzado un punto límite y un gobierno en minoría, enfrentado a las rabiosas jaurías de las derechas por una parte y a las justamente encolerizadas fuerzas soberanistas por la otra, no tiene demasiada capacidad de maniobra.

Y de esto, la culpa hay que adjudicársela a los errores del partido español llamado socialista. Y ahora se le pide a Unidas Podemos que se trabe en una ardua tarea regeneradora, pero ya le digo yo al mundo que, con la dichoa Constitución del 78 en una mano y la justicia cómplice en la otra, tanto socios de gobierno como oposición le regatearan a Iglesias y a su gente, todas las posibilidades de acción. Ya lo verán. 

Empezaré por el final, porque me parece una cuestión esencial, por más que la  cerrilidad imperialista se haya empeñado en ocultar el sol con un dedo. Las tensiones territoriales, personificadas, una vez desaparecido el salvajismo asesino terrorista, por las pacíficas reivindicaciones soberanistas catalana y vasca. Pacíficas, sí, por mucho que las "Díez" y mil mendacidades imperiales se empeñen en criminalizar unas movilizzaciones de gente de paz, sentada,arrodillada, con las manos en alto, apaleada sin piedad, a ver si se revuelve. En su tan bobo como bellaco pulso con las derechas imperiales por ver quien le mete con más profundidad el dedo en el ojo al catalanismo, el PsoE se ha metido en un berenjenal del que ahora le resultará difícil salir. Si el partido español llamado socialista hubiera tenido la gallardía de respetar sus propias resoluciones de congreso (véase el décimo tercero, 1974, en Suresnes), aceptando la autodeterminación como posibilidad, negociando con el catalanismo salidas posibles, sin salirse siquiera de la Constitución, ahora no existiría el insoportable  enfrentamiento de millones de personas en Cataluña con el centralismo. En este mismo día en que Iglesias y Sánchez se abrazan después de firmar el Pacto del Comedor, el soberanismo catalán ha cerrado la frontera entre los estados español y francés, que separa las dos partes de Cataluña; los accesos a Barcelona están cortados y hay movilizaciones en varios puntos de Cataluña. Y, encima, ha brotado la solidaridad del soberanismo vasco, que, a pedido de Tsunami Democrático, ha cerrado a su vez por Behobia la frontera que separa las dos partes de Euskal Herría. Aunque el centralismo español, de VOX al PsoE, pasando por el Pp o la ciudadanería no se entere, en este histórico día 12 de noviembre en que escribo, Europa ha constatado que el conflicto entre Cataluña y el estado español y entre Euskal Herría y el mismo estado español no son cuestiones internas, porque han traspasado las artificiales fronteras. Los soberanismos catalán y español está tocando con fuerza a las puertas de La Moncloa. Pero el problema es que han dejado irresponsablemente pudrirse el asunto, confiando en que con tribunales afectos y porras brutales se encontraría la solución. Y no ha sido así. Dice el punto no se cuantos del Pacto del Comedor que se "garantizará la convivencia en Cataluña, dentro de la Constitución". Pero es que esta Constitución heredada del franquismo despótico no contempla remedios para la ausencia de la convivencia.  A mí me encanta que haya gente tan ingenuamente constitucionalista. Pero la realidad es que una buena parte de la gente que conformamos las sociedades del estado imperial español, repudiamos una Constitución inaceptable. De manera que, por este lado, malos vientos veo que le viene a este todavía nonato gobierno de progreso.

Los otros tres aspectos, van de la mano y se interrelacionan íntimamente. Deterioro social, Justicia Fiscal y Normativa Laboral. La oligarquía económica del estado español, a la que el partido llamado popular ha servido con ardor y el partido español antiguamente socialista y obrero no se atreve ni a chistar, no acepta que se mueva ni un punto de las malhadadas Reformas Laborales urdidas por Zapatero y Rajoy y que, por supuesto, Sánchez ni ha mirado. Y aplicar un sistema de equidad fiscal, esa misma oligarquía, parapetada detrás de la falaz teoría económica, se va a resistir a ello con todos los muchos y afilados dientes que tiene. Entramos en la espiral diabólica de las recesiones inducidas, los despidos, el desabastecimiento, el vendaval de mendaces noticias... Y, de esta manera, el gobierno no podrá contar ni de lejos con los recursos imprescindibles para aliviar el deterioro social.

Y todo esto, recuerdo, con un Congreso en contra, por unas u otras razones y con dos partidos que cuentan con más de cincuenta escaños parlamentarios cada uno, que les permiten, juntos o cada uno por su lado, llevar cuantos proyectos legislativos les molesten ante el Constitucional, donde sus amigables señorías congelaran el tiempo que haga falta.

Así que, con los soberanismos encendidos por las acciones ofensivas, el desprecio y la cerrazón al diálogo; con una derecha envalentonada compitiendo a ver quién es más mestariamente celtibérica; con una oligarquía económica botinera aferrada a mantener sus privilegios fiscales y de dominación laboral. el Pacto del Comedor lo tiene muy difícil. Yo, Chema Tante, una gota más en el océano de conciencias democráticas que somos mayoría en este estado, colaboraré en lo que pueda en la resistencia al neoliberalismo, pero ya aviso que el enemigo es fiero, potente y cruel.

Voy a terminar citando a Iñaki Gabilondo:

"Si fracasan la derecha estará en el poder hasta que la princesa Leonor tenga nietos. Si triunfan, dos países del sur España y Portugal podrán reanimar a la vieja y desfondada izquierda europea"

Amén. Al segundo condicional, claro.

* Lo escribe y lo mantiene Chema Tante

CHEMA TANTE

MANCHETA 10