Comenta Federico Aguilera Klink:

Se comprueba que los miles y miles de millones que está sacando el Banco Central Europeo, son para salvar las cotizaciones de las grandes empresas, no de las pequeñas empresas. Y lo mismo pasa en USA.

Tenemos que empezar a saber dónde no comprar y boicotear a empresas que se rescatan a pesar de que no pagan impuestos, reparten dividendos y en su mayoría pertenecen a fondos de inversión especulativa.....

Comenta Chema Tante

Yo sostengo que lo que diferencia al neoliberalismo del liberalismo, es que el segundo es una teoría económica que podrá considerar equivocada, pero no tiene necesariamente que ser malintencionada. E liberalismo considera que el estado debe ser limitado a funciones prácticamente representativas y, a todo meter, a la persecución y castigo del delito. Pero que todo lo demás es más práctico y eficaz que lo opere la iniciativa privada. Como digo, error, pero no mala fe. 

En cambio, el neoliberalismo no tiene nada de liberal, ni siquiera de anti estado. Es fascismo puro. Porque el neoliberalismo, aparte de legitimar la selección natural la Ley del Más Fuerte, no propugna que el estado desaparezca, sino que se propone -y lo consigue- alimentarse de él. Es decir, el neoliberalismo, que rechaza los impuestos a los niveles altos, sí que acepta los impuestos indirectos al consumo y a las rentas del trabajo. Para luego, apropiarse de esos recursos. Por eso las políticas neoliberales, como dice el profesor Aguilera Klink, dirigen las ayudas a las grandes empresas, no a las pequeñas y cuestionan las ayudas sociales. Por eso el neoliberalismo detesta hasta la idea de una banca publica que pueda poner coto a los desmanes de la banca privada en el negocio de la intermediación financiera, pero le encanta que una entidad de crédito público regale con sus dávidas, públicas, por supuesto, a las grandes empresas, a coste simbólico. Es el lema supremo del neoliberalismo "Todo para las fortunas, que ellas ya derramarán sus bendiciones sobre el resto de la sociedad. Unen el cinismo a la crueldad.

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Un banco público al servicio de las grandes empresas

El paradigma neoliberal desprestigió, hasta hacerla desaparecer, la idea de que pudiera existir una banca pública para satisfacer las necesidades financieras de la población. Pero no ocurrió lo mismo con la financiación para las grandes empresas. Según los gobiernos y sus economistas de cabecera, se necesitan instituciones estatales que concedan créditos con condiciones ventajosas —menores intereses, mayores plazos de devolución, garantías públicas— para compensar “la insuficiencia de soluciones en los mercados privados”. Esta es la razón de ser del principal organismo del que dispone el Estado español para respaldar la actividad empresarial, el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

El ICO se presenta como un banco público, creado en 1971 y adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Los créditos y apoyos financieros que ofrece se gestionan habitualmente a través de bancos comerciales como Bankia, BBVA, Caixabank, Santander y Sabadell, entre otros. Con esta colaboración público-privada los bancos obtienen un beneficio, pues se quedan parte del margen que existe entre el interés del crédito que obtienen del ICO y el que fijan ellos en los préstamos que ofrecen a las compañías. El ICO es la institución encargada de gestionar los avales multimillonarios y la compra de pagarés que ha aprobado el Gobierno durante el confinamiento por la covid-19.

Todo el aleccionador y deprimente artículo de González, Espada y Pérez en 

https://www.elsaltodiario.com/multinacionales/dinero-publico-que-no-cuida-a-que-empresas-se-esta-rescatando-

http://omal.info/spip.php?article9193

Erika González

@OMAL_INFO

Miguel Espada

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Alfons Pérez

ODG