Comenta Chema Tante:

Es la supina desgracia de nuestros tiempos. Y no es nada nuevo, se ha mantenido por los siglos de los siglos. Pero jamás fue tan aviesa, tan declarada ni tan cínica, la posesión del poder político por el poder económico. Justamente ahora, que la tecnología y el avance del pensamiento hacen posible una democracia plena, las sociedades están dominadas por quienes tienen el dinero. Y es que nunca jamás ha habido tanto dinero en el mundo, ni el dinero había dado tanto poder y, encima, el dinero, todo el dinero nunca ha estado en tan pocas manos. Los del 1 por ciento no es ninguna invención. Es una realidad. Y el resto, la chusma. Incluyendo los esbirros y los corifantes de la política, la comunicación y la supuesta ciencia económica que les sirven. Aunque vendida y bien pagada, esta tropa también es chusma. Para la gente rica que, con el neoliberalismo, vuelven a sostener que solamente tiene derechos quien tenga el dinero para pagarlos. Y que la chusma, la que no tiene el dinero, n o le cabe otro derecho que el de trabajar por su vida, mientras tenga fuerzas y salud para hacerlo y el de morirse, inmediatamente, cuando le falten esas fuerzas y esa salud.

No es posible la democracia en USA, supuesto país de la libertad, como tampoco es posible en ninguna parte del mundo. Cuando el pueblo consigue sacudirse la mentira que le han inducido e intenta elevar al poder a alguien que pretenda cambiar las cosas y proteger a la gente de los abusos del poder económico, inmediatamente surgen las tretas y los obstáculos, cuando no las armas, urdidas, colocados y esgrimidas, tanto por los partidos de derecha como los llamados progresistas. Lo acabamos de ver en Bolivia, donde han tumbado a Evo; lo hemos visto en Ecuador, con la traición de Moreno. Lo vemos, en este reino de Felipe el último, donde el partido espuriamente llamado socialista y obrero y el partido que surgió de las plazas del 15 M se rinden alevosamente a las órdenes de la casta botinera. Y, como nos cuenta Chris Hedges, en este insigne artículo en TRUTHDIG!, se verá otra vez en USA, donde no solamente el partido republicano, sino las élites del demócrata se conjuran para impedir que Vernie Sanders, llegue a la Casa Blanca. Sanders, que es capaz de tuitear: "Biden dice que tenemos que volver a la normalidad. Normal es 87 millones sin seguro o insuficiente; normal es que las compañías de fósiles destruyen le planeta; normal es que los ricos se enriquecen y los pobres se empobrecen. No podemos volver a la normalidad. Necesitamos un cambio real"  Y muchas cosas así, que indican qué tipo de gobierno democrático y libertario pretende imponer. Y eso, la oligarquía no piensa admitirlo. A bernie, lo digo yo, Chema Tante,  no le dejarán ser candidato deócrata. Pero si lo consiguiera, no le dejarían ganar. Pero si ganar. Lo matarán. 

Bien dice Hedges, y hay que repetirlo. Esta supina desgracia solamente la arreglaremos con la desobediencia civil y la movilización masiva. Por eso, los gobiernos felones, esos que se llaman demócratas, reprimen con tanta violencia, con tanta furia las manifestaciones ciudadanas, sea en Chile o Ecuador o Bolivia, sea en Francia o en el reino de Felipe el último, los gorilas de la policía se ensaña con la gente que protesta.

Y por eso, dejen que venda mi libro, tengo que pedir con tanta insistencia que ayuden a La casa de mi tía. Porque solamente los medios alternativos y revoltosos decimos estas verdades. Los medios como La casa de mi tía tienen que crecer, para poder gritar más y más fuerte. Por eso hay que apoyarlos.

Lo escribe y lo sostiene Chema Tante

Solo una cosa es importante para los oligarcas. No es democracia. No es verdad No es el consentimiento de los gobernados. No es desigualdad de ingresos. No es el estado de vigilancia. No es una guerra sin fin. No son trabajos. No es el clima. Es la primacía del poder corporativo, que ha extinguido nuestra democracia y ha dejado a la mayoría de la clase trabajadora en la miseria, y el continuo aumento y consolidación de su riqueza. Es imposible trabajar dentro del sistema para destruir la hegemonía del poder oligárquico o instituir reformas significativas. El cambio, el cambio real, solo vendrá por actos sostenidos de desobediencia civil y movilización masiva, como con el movimiento de los chalecos amarillos en Francia y  Extinction Rebellion, la rebelión de extinción con sede en Gran Bretaña.. Cuanto más nos dejemos engañar por el burlesco electoral, más seremos sin poder.

Todo el buen artículo de Hedges en TRUTHDIG!

https://www.truthdig.com/articles/time-to-rebel/