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jueves, 28 de marzo de 2024 08:12h.

¿Para qué es imprescindible el Partido Comunista? 1ª parte - por Ángeles 'Nines' Maestro  RED ROJA, en HOJAS DE DEBATE

 

FRASE NINES

¿Para qué es imprescindible el Partido Comunista? 1ª parte - por Ángeles 'Nines' Maestro  RED ROJA, en HOJAS DE DEBATE

La situación social, económica y política del mundo que conocemos y del país que habitamos exige volver a estudiar por qué y para qué  surgieron los partidos comunistas.

Hemos invitado a nuestra camarada Nines Maestro a abrir con nosotras un intercambio de ideas, opiniones y argumentos que sirvan para conocer mejor la línea política de Red Roja y compartir con Hojas de Debate la práctica de un fértil debate entre comunistas. Un intercambio en el marco de las luchas obreras y populares que surgen como respuesta a la crisis provocada por el capitalismo y como construcción conjunta de una alternativa revolucionaria hacia el socialismo.

Su respuesta puede leerse en tres entregas de sugerentes argumentos 

La historia de la Humanidad está repleta de levantamientos e insurrecciones, de formas de resistencia, de efímeras victorias y de masacres. Marx constató el carácter objetivo de todos esos procesos, la Historia es la historia de la lucha de clases, pero sobre todo – y a ello dedicó su vida – certificó la inevitabilidad de la derrota si esos gigantescos esfuerzos que los oprimidos de la tierra realizan no se acompañan de teoría y organización.

La Comuna de París mostró dramáticamente cómo la victoria de la revolución requiere construir una fuerza mayor que la del enemigo de clase y tener en cuenta que, por encima de sus guerras internas, todas las burguesías se unen contra la clase obrera.

La Revolución de Octubre, su victoria contra toda la burguesía internacional aliada en su contra y la posterior derrota del fascismo, nos entregó a los revolucionarios del mundo el mayor tesoro: la demostración de que la Revolución es posible y que para llevarla a cabo es preciso romper con la aristocracia obrera y su cuerpo político, la socialdemocracia.

Cuando desde posiciones reformistas – autocalificadas de “realistas” – se afirma la imposibilidad de la Revolución o el gran coste sangriento de sus intentos es preciso constatar – sin negar las dificultades de la inmensa tarea asumida – que el mayor coste en sufrimiento y en vidas humanas se produce cotidianamente por el mantenimiento del capitalismo y el imperialismo.

Es indiscutible que la socialdemocracia representa intereses que no son los del proletariado y que fácilmente sucumben ante la oligarquía cuando las contradicciones de clase se agudizan. Es el caso de Syriza o Podemos-IU cuyo mayor crimen contra el pueblo no es haber dejado de aplicar tal o cual promesa electoral, sino haber hecho creer que exclusivamente por vía electoral, sin una continuada movilización social, “se podía”.

El llamado Estado del Bienestar (EB) que aún se esgrime por el reformismo como señuelo y que fue concebido como la definitiva cuadratura del círculo (el capitalismo con rasgos socialistas) evidenció muy pronto sus rasgos esenciales:

Fue producto de la lucha de clases y en concreto del miedo de la burguesía a la Revolución. El EB fue, junto a la Guerra Fría, el cordón de seguridad ante  los éxitos de la URSS en la resolución de los problemas de su población y su enorme prestigio derivado también de la victoria soviética sobre el fascismo junto a la clase obrera armada de los países occidentales y dirigida fundamentalmente por sus respectivos partidos comunistas.

Su particular “final de la historia” duró apenas tres décadas y existió sólo en Europa occidental. Tras el soborno e integración de sindicatos y partidos de izquierda –incluidos los llamados eurocomunistas– la implantación de las políticas neoliberales como respuesta del capitalismo a su gran crisis de la década de los 70, barrió sin grandes resistencias las políticas sociales de la postguerra.

Es resultado directo del imperialismo euro-estadounidense porque los recursos manchados de sangre con que se financió procedían en su mayor parte de la sobre-explotación de los países periféricos y la imposición de la tenaza de la Deuda.

La justificación de la existencia del Partido Comunista es la confirmación cotidiana, de su voluntad de hacer la Revolución; de definir el programa para llevarla a cabo, de contribuir a fortalecer el poder de la clase obrera y sus aliados, y  construir la organización capaz de dirigir la conquista del poder político por la clase obrera. 

 La aportación decisiva de la organización comunista es su capacidad de condensar en teoría la experiencia histórica de la lucha de clases, la utilización de esas herramientas teóricas en el análisis del imperialismo y de la sociedad concreta en la que nos ha tocado luchar. Y, sobre todo, la construcción de la propia organización en la forja cotidiana de sus militantes en su intervención en la lucha de clases.

Por ello, la construcción del Partido Comunista debe responder a la necesidad de la Revolución como proceso histórico —en el sentido más riguroso—, e internacional, entendiendo el proceso revolucionario como un acto integrado en un movimiento  mundial. Desde esa continuidad histórica e insertos en el marco internacional de la lucha de clases, la tarea cotidiana e impostergable es avanzar desde el marco concreto en el que la vida nos ha situado en la dirección de la construcción del Partido Comunista y en la organización de la Revolución.

Ese es el proceso histórico de construcción organizativa, en el que se articulan las herramientas teóricas en la elaboración de la línea política, se somete ésta constantemente a confrontación con la realidad y, sobre todo, se recrea a partir de la experiencia práctica de la intervención de la propia organización comunista en las luchas obreras y populares.

Ángeles Maestro. Red Roja.

ÁNGELES MAESTRO.

red roja

* En La casa de mi tía por cortesía de HOJAS DE DEBATE con la colaboración de Arturo Borges 

HOJAS DE DEBATE

 

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