España: crisis moral, económica, social y política - por Erasmo Quintana *

La oposición en nuestro país (PP-Vox-Cs) es una caricatura grotesca de cómo no deben ser los partidos políticos, que además, alguno sueña con volver al poder. En estas aspiraciones infantiloides ocupan todo el tiempo y en lo que vuelcan todas sus energías intelectualmente vitales. Nos dejan la impresión de que pertenecen a partidos despistados, y lo que es peor todavía, completamente desnortados. No sabemos todavía el alcance tremebundo de la actual crisis sobrevenida por la pandemia coronavírica, crisis financiera de la que afirman los expertos todavía no ha tocado fondo y puntual conocimiento de sus reales consecuencias.

Para el ancho capítulo del vergonzoso derroche que supone la Casa Real, ¿no hay analistas que nos instruyan sobre qué cantidad tienen que soportar las clases populares de la sociedad? ¿Por qué no ponen sus neuronas al servicio de la gente que de la noche a la mañana lo ha perdido todo, por lo que lo está pasando jodidamente mal? ¿Por qué no se le obliga a la Conferencia Episcopal Española que deje de invertir lo que recibe del Estado en su televisión (que usa para despotricar del Gobierno) y destina algo a tantas familias que están en la completa indigencia, en vez de estar poniendo siempre la mano? La Conferencia Episcopal ¿de Jesucristo?, se ha mostrado en contra de una renta mínima vital “para no crear -según sus obispos- una casta de “subsidiados”. Subsidiados como la Iglesia, ¿no? Con la argucia de Cáritas, toda la vida han ido tirando de las subvenciones oficiales y de lo que dan los fieles en las iglesias, mientras como Institución es megamillonaria.  

Si en la negativa del PP a colaborar en la Reconstrucción Económica, incluso con su ruin intervención en el Parlamento Europeo, poniéndose a favor de los países que se niegan ayudar a España para la salida de la gran crisis económica generada por la covid-19, vemos realmente lo patriotas que son, cuando resultan los primeros en envolverse en la bandera de España, con esto se degradan ellos solos. Ahora parece que el PP apoyará a la ministra de Economía, Nadia Calviño, como firme candidata a la presidencia del Eurogrupo, cosa que no extraña demasiado al tener ella un sesgo derechoso. Busquemos pues principios, que son a la política la sangre que oxigena y da vida. La misma Corona frena la democracia en España. Le oímos esta semana a Miguel Ángel Revilla decir más o menos que “Si hablamos de la Corona, no estamos hablando de democracia.” Así lo entiendo yo también: la Corona es todo lo contrario al sistema democrático. Pero esto pasa aquí entre nosotros porque el franquismo continúa penetrado en las entrañas profundas del país.

De la historia real que se nos ha ocultado siempre vamos sabiendo cosas nuevas. Entre ellas, lo que pensó siempre de Franco su gran aliado en la Guerra de España (contra los españoles) el nazi Adolf Hitler. Estas son sus palabras: “De hecho, pensaba yo que de alguna manera el cristianismo generaría una segunda revuelta en España. No se puede llegar a concebir cuánta crueldad (miren quién habla de crueldad), ignominia y mendacidad ha supuesto la intromisión del cristianismo en nuestro mundo. Insto a que la Falange tome el control y expulse a los cristianos más fanáticos del Régimen. Si estallase una nueva Guerra Civil -afirmaba-, no me sorprendería ver a los falangistas obligados a hacer causa común con los rojos para liberarse de la escoria clerical-monárquica.” “En España, la gente habla de una intervención de los cielos que decidió la Guerra Civil a favor de Franco; quizá sea así, pero el resultado no lo decidió una intervención de la Señora llamada Madre de Dios, a quien se ha honrado recientemente con el bastón de mariscal, sino a la intervención del alemán Von Richthofen y de las bombas lanzadas desde los cielos por sus escuadrones. Evidentemente, Franco no tiene personalidad para enfrentarse a los problemas políticos de su país. Ahora atribuye su salvación a Santa Isabel. ¡Isabel la Católica, la mayor ramera de la historia!” Todo esto dicho con la mayor crudeza por el gran genocida mundial. Gracias a éste y al italiano Mussolini, el otro genocida Franco pudo doblegar a su propio pueblo, que dio un meritorio ejemplo de firmeza y dignidad antes de morir acribillado por las balas en los paredones y posterior tiro de gracia, con la consiguiente bendición del ministro de Dios en la tierra. 

¡Ah! Y ya que a las grandes fortunas no se le puede subir el coeficiente de las retenciones por Hacienda (según ha dicho el Gobierno a Unidas Podemos), para que al menos paguen en la misma proporción que yo, por ejemplo, exijo que a mí se me baje para ser igualmente beneficiado, sobre todo por mi condición de pensionista, que ya en mi etapa de trabajador por cuenta ajena estuve cotizando como manda la Justicia. En España, ¿quién gobierna, el gran capital o el Gobierno emanado del pueblo?

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* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana