Libres frente al miedo, José María Lassalle, en LA VANGUARDIA. Comenta Antonio Cabrera de León
Llama mucho la atención ver que personas que no se conocen, con trayectorias profesionales y vitales bien diferentes, pueden sin embargo coincidir milimétricamente en sus opiniones. A mí, Chema Tante, me ocurre con varias personas, cosa que me llena de sano orgullo. Y una de tales personas es Antonio Cabrera de León. En esta ocasión, el encuentro tiene que ver con la apreciación sobre la derecha. Cuando atacamos a la derecha, nos referimos a la derecha cerril y extrema, el fascismo. No se trata de la gente que tiene sus ideas con honestidad y las defiende en democracia. Lo que ocurre es que en este estado español, a la derecha que se escucha, la que nos hace sufrir con sus obcecadas intolerancias, es esa extrema derecha. Pero eso no quiere decir que no haya gente aceptable en el conservadurismo español. Por ahí van los tiros de la recomendación que Antonio Cabrera de León hace de este más que ponderado artículo que publica José María Lassalle en LA VANGUARDIA. Lo que dice Lassalle es respetable. Y, en lo que concierne a las protervas intenciones del neofascismo y de que hay que enfrentarlas con libertad, no queda más remedio que adherirse a ello. De manera que me uno a lo dicho por Cabrera de León: Examinen lo que escribe Lassalle.
Comenta Antonio Cabrera de León:
El día que la derecha española aprenda cuánto le conviene seguir la línea de pensamiento de Lassalle, la tendremos de vuelta en el gobierno. Él es el intelectual de mayor talla en el pensamiento liberal de este país. Por eso delimita nítidamente el daño que el ultraliberalismo les hace a los conservadores. Con verbo amable, no es hombre que se acobarde porque le señalen como derechita cobarde. Al contrario, no considera que la derechita montaraz sea la valiente y lo señala. Su artículo de hoy en La Vanguardia trata tangencialmente este tema para centrarse en explicar por qué las democracias occidentales tienen más dificultades para gestionar las epidemias. Comparto su análisis y vengo explicando esos mismos problemas de las democracias desde hace días. Con una derecha inteligente siempre es más fácil entenderse. A este tipo debería odiarlo yo, pero no puedo. Léanlo.
Los riesgos globales se resuelven con más gobernanza global y más libertad
Y aunque la tentación totalitaria nos acompañará, estoy convencido de que la derrotaremos porque habremos vencido a la pandemia sin dejar de ser lo que somos. Una sociedad adulta que quiere vivir con las dificultades, las tensiones y los errores propios de una estructura básica de libertad desde la que saldrán, también, soluciones, aciertos y mejoras que, a partir del talento, la cooperación y la solidaridad nos harán vencer esta pandemia y los retos que nos irá planteando la globalización. Ganaremos esta batalla sin asumir los costes totalitarios de un régimen de mentira, vigilancia y represión que trata como esclavos a sus habitantes. China no es un ejemplo que seguir. Por eso, los aplausos son de todos y para todos. Por eso aplaudimos y no estamos en silencio.
Todo el razonado artículo de Lassalle en LA VANGUARDIA
