Narbona ve en el 'abrazo' al neoliberalismo de los gobiernos de Felipe González el origen del declive del socialismo
"Han tardado en reconocerlo", escribe Antonio Aguado, al señalar en INFO LIBRE esta crónica con las declaraciones de Cristina Narbona, actual portavoz psoeísta. Desde Canarias, hay que recordar que esta psociata, sedicente ecologista le dió, siendo ministra de Medio Ambiente, todas las bendiciones a ese monumento obcecado a la especulación neoliberal que es el Puerto de Granadilla. Narbona hace ahora profesión -de palabra- de oposición al neoliberalismo, pero de obra, lo que son amores, ella y su partido se unen con ardor a todas las políticas friedmanianas del partido llamdo popular. Y como joya preciosa de ese ardor, ahí está la conformidad con los tratados de "libre comercio", como el CETA.
Defiende una política "radicalmente diferente" que contemple una reforma fiscal que aumente los ingresos públicos y la derogación de las últimas reformas laborales. La portavoz afirma que que este diagnóstico "muy autocrítico" es compartido en el seno del PSOE...
Y yo, Chema Tante, digo que fuerte cara se gasta la psociata. Mientras con una mano escribía contra el modelo de desarrollo intensivo en el litoral y en defensa del medio ambiente, con la otra firmaba la aprobación del Puerto de Granadilla y sus efectos gaseros. Véte por áhi, Narbona
