Nueva Ley Electoral. Ya se acabó el alboroto (Antonio González Viéitez)
Atención. Que nadie se crea que este artículo que Antonio González Vieítez publica en EL DIARIO y en la ínclita página de Juan García Luján SOMOS NADIE, es una diatriba más contra las obtusas normas electorales canarias. Con la intención -que cristaliza- de desarmar las tesis de defensa de las circunscripciones electorales, Antonio despliega un rápido pero certero anaílsis de la realidad canaria. Una realidad en que la tecnología y el desarrollo consigue difumunar kis hechos insulares, pero en la que la ceguera suicida impide desechar las rivalidades. Antonio demuestra que Canarias es una, por mucho que se empeñen en contra las y los totorotas. Un texto que es imperativo leer y reflexionar. Que alguien se lo susrre en sueños a Casimiro o a Alonso, a ver si dejan sus toletadas. Porque está clarísimo que lustros de vigencia de las desigualdades electorales, en aras de la "triple paridad" eso no ha servido -según dicen las propias voces insularistas- para aliviar las situaciones de agravio.
Resumiendo, las economías insulares compiten entre sí, sus patronales en el mejor de los casos guardan distancia y la opinión publicada refleja constante y cansinamente la misma salmodia. En momentos críticos siempre reaparece la ideología del “despojo” y, en momentos de quietud, las miradas de reojo, la desconfianza y el “qué querrán”.
Es cierto que, afortunadamente, en los espacios y ámbitos culturales (sobre todo y de manera deslumbrante en el folclore), el sentimiento de unidad y de pertenencia común es notable. Es cierto que muchos canarios nos sentimos culturalmente de todas las islas. Y que la casi totalidad de nuestros poetas, escritores, músicos e intelectuales profesan una canariedad sin fronteras. Pero retengamos un detalle muy significativo: nunca hubo un importante diario de papel de ámbito canario que permaneciera.
