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viernes, 29 de marzo de 2024 00:00h.

El Partido Feminista pide a la izquierda, movimientos sociales y sindicatos exigir al gobierno explicaciones y soluciones urgentes e imprescindibles para superar la tragedia de la pandemia

 

FRASE PARTIDO FEMINISTA

3º COMUNICADO DEL PARTIDO FEMINISTA DE ESPAÑA SOBRE LA PANDEMIA DEL COVID19.

La Comisión Política del Partido Feminista de España, ha adoptado por unanimidad la siguiente resolución:

Ante la situación dramática que se prolonga en nuestro país por la pandemia del Covid19, el PFE tiene que

MANIFESTAR: Cuando en España las víctimas mortales ascienden a 21.282 y los casos activos de personas infectadas a 100.382, cifras que no pueden ser ratificadas dada la dispersión y falta de fiabilidad de las fuentes, sin que pueda avistarse la reducción rápida de la extensión de la pandemia, resulta inaceptable que el gobierno y los responsables del control sanitario sigan ofreciéndonos unos discursos optimistas y falsos sobre la realidad sin que existan planes realmente efectivos para detener el avance de las infecciones.

Considerando que el total de casos infectados en España es de 204.178, de los cuales los del día 20 de abril suman 3 968, y que las muertes totales ascienden a 21. 282 con las 430 últimas, mientras en Alemania, con casi el doble de población que España, el total de casos asciende a 148. 007, las últimas infecciones a 77 y las muertes totales a 4. 939, mientras los casos activos son 47. 868 y en España 100.382, es absolutamente inaceptable que los responsables de la Sanidad no nos ofrezcan explicaciones fiables de cuál ha sido su gestión y por qué se produce esta dramática situación que no tiene parangón con otros países desarrollados europeos.

Cuando nuevamente se nos informa de que decenas de miles de mascarillas, que han sido distribuidas a los sanitarios, son defectuosas y han tenido que ser retiradas, y que con grandes titulares publicitan que se van a distribuir 25.000 tests en las residencias de ancianos, mientras las personas que están recluidas en ellas ascienden a 366.000, es absolutamente inaceptable que los mismos responsables de la Sanidad sigan en sus puestos.

Entre las situaciones más trágicas se encuentran los ancianos recluidos en residencias que se han convertido en centros de exterminio, con más de 14.000 fallecidos, a falta de tests generalizados, la mayor parte en Madrid, Cataluña y las dos Castillas, que equivaldrían al 67% del total de fallecidos de los notificados por el Ministerio de Sanidad, sin que ni el Partido  Popular ni el gobierno de la Comunidad de Madrid ni esa formación de Junts por Catalunya que es heredera de Convergencia i Unió, hayan pedido disculpas por su nefasta gestión de la sanidad pública en las decenas de años que llevan gobernando ininterrumpidamente, ni por supuesto dimitan inmediatamente y desaparezcan de la esfera pública. Pero también sabemos que en Andalucía donde ha gobernado el PSOE ininterrumpidamente durante 37 años las residencias de mayores están en condiciones infames que ni a la izquierda le ha parecido oportuno denunciar. Como tampoco el Presidente del Gobierno nos ha explicado qué medidas ha tomado o se proponía tomar en relación a este drama social, en los casi tres años que lleva gobernando.

A estas trágicas cifras se une el abandono de los más de dos millones de mujeres maltratadas encarceladas con su verdugo, cuya solución, según la sonriente declaración de la Ministra de Igualdad, Irene Montero, es llamar al 016, sin que los responsables de la vida y la seguridad de estas mujeres nos hayan explicado, a pesar de las constantes exigencias de respuesta que el Partido Feminista ha dirigido a ese Ministerio, qué medidas urgentes y eficaces se toman después de esa llamada salvadora, para separar a la víctima de su verdugo y proteger a aquella.

Así mismo, hemos conocido en las últimas horas que el gobierno se propone dictar un decreto donde se otorguen ayudas económicas a las mujeres víctimas de trata sexual que se encuentren en situaciones extremas, que serán tramitadas por ONGs, en procedimientos administrativos tan ilógicos y enrevesados que difícilmente podrán ser cumplimentados por las víctimas. Es un absoluto engaño semejante medida publicitada por el Ministerio de Igualdad como un gran avance.

En primer lugar, aquellas mujeres que se encuentren sometidas todavía a la tutela del proxeneta no tendrán autonomía alguna para dirigirse a la Administración y realizar los interminables trámites que exige la concesión de esas ayudas. Solamente aquellas que se encuentren en situación de total abandono podrían tener la libertad de hacerlo, y es impensable que sepan llevar adelante un procedimiento semejante.

En segundo lugar, estas ayudas van a ser gestionadas y distribuidas por ONGs, muchas de las cuales son de la Iglesia Católica, lo que significa que nuevamente se privatiza la acción del Estado, de la misma manera que se ha entregado la administración de la sanidad y de las residencias de ancianos a la empresa privada.

Y en tercero, y fundamental término, estas ayudas que hasta dentro de varios meses no serán efectivas, son solamente para salvar las situaciones de extrema necesidad, porque lo que no se  plantea en modo alguno es abolir la prostitución con las consecuencias necesarias: el cierre total de los prostíbulos, puticlubs de carretera, casas de masaje y toda clase de espacios donde se practique; encarcelar a los proxenetas, chulos e intermediarios de toda laya, multar a los demandantes de prostitución, y proceder a instalar los Liberatorios de Prostitución que instauró Federica Montseny, la primera ministra que tuvo España, que lo fue de Sanidad, en el gobierno de la República en 1937, para albergar, proteger e instruir a las mujeres. Lo que se propone ahora, que ni siquiera se sabe cómo se llevará a cabo, es que esas ayudas duren unos meses y después las víctimas vuelvan a sus lugares de tortura para seguir dándole beneficio a la mafia de la prostitución.

Y esta engañosa y perversa medida es la que propone el llamado Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero que se autotitula feminista.

Al mismo tiempo las ayudas a las PYMEs y autónomos, muchas de las cuales todavía no han comenzado a recibir, son créditos bancarios sin interés, que el solicitante debe devolver pasados unos meses en "cómodos plazos". Esa devolución del préstamo supone añadir una deuda más a las que ya tienen. Lo único que facilitaría remontar la bancarrota en que se encuentran es que fuesen ayudas a fondo perdido. A mayor abundamiento, para poder acceder a ese beneficio el solicitante debe demostrar una caída de ingresos del 75%, lo que significa estar a las puertas del cierre definitivo. Semejantes ayudas existen en otros países europeos, pero la caída de ingresos que se exige es mucho menor; en Dinamarca, por ejemplo, es del 30%. Y solo se tendrá en cuenta la documentación con fecha posterior al 27 de marzo, por lo que las caídas de ingresos anteriores no importan. Estos datos demuestran la hipocresía social de un Gobierno que ofrece apoyo pero pone unas condiciones tan exigentes para obtener la financiación que muchas PYMEs y autónomos renunciarán a pedirlas.

Como es evidente esta operación de sostenimiento económico no corresponde a la actuación de un gobierno que se autodenomina de izquierdas, sino exactamente a lo que prescribe la ideología neoliberal, pues exige la devolución del dinero. Es el mismo tipo de ayuda que habría impuesto el PP de estar en el poder.

En una situación aún más dramática se encuentran los emigrantes ilegales, los refugiados sin permiso de residencia, las personas sin techo y los sectores sociales más pobres cuyos lugares de residencia son barracas inmundas sin los servicios más elementales, como se encuentra el asentamiento de la Cañada Real de Madrid, cuyas condiciones de vida son infames, y que  ningún gobierno ni del PP ni del PSOE ha mejorado. Ni siquiera esas personas están contabilizadas ni el gobierno informa de que haya organizado un plan para protegerlas a ellas y al resto de la población de los contagios. Únicamente se ha habilitado un gran espacio que acoge a 400 hombres, almacenados allí como si fueran zapatos, en donde la prensa ya ha detectado ciertas tensiones, lo que es lógico si se trata a las personas como si fueran objetos.

Ante este trágico resumen de los datos que el propio gobierno nos ofrece, el Partido Feminista de España

DECLARA: que no comprende que Izquierda Unida siga apoyando la acción de este gobierno e incluso forme parte de él en dos Ministerios, Consumo dirigido por Alberto Garzón y Trabajo por Yolanda Díaz, que han demostrado sobradamente su absoluta ineptitud e incapacidad para ayudar a resolver la crisis, ni han aportado solución alguna a ninguno de los problemas que hemos señalado aquí.

En consecuencia, el Partido Feminista de España hace un llamamiento a la izquierda extraparlamentaria, al Movimiento Feminista y a los movimientos sociales, incluidos los Sindicatos, para que se manifiesten en la misma medida que lo está haciendo el Partido Feminista y exijan al gobierno las explicaciones y soluciones urgentes e imprescindibles para superar esta tragedia nacional. Esperamos que esas organizaciones hagan las propuestas que consideren necesarias para formar un gabinete de crisis para el que se precisan profesionales expertos y preparados, así como las aportaciones y los conocimientos que poseemos esas organizaciones en su ya larga trayectoria de trabajo en defensa de los colectivos sociales más necesitados.

Porque si no es la izquierda la que se posiciona a favor de éstos, ¿qué clase de izquierda es? ¿Qué propuesta ofrece el Partido Comunista de España y los que se llaman Comunes y otras organizaciones semejantes? Para que las únicas medidas que se están tomando ante situación trágica sean las que igualmente adoptarían Ciudadanos o el Partido Popular no hace falta que exista una izquierda.

Madrid, 23 de abril de 2020.

partido feminista de españa

 

MANCHETA 21