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jueves, 18 de abril de 2024 15:30h.

Al planeta Tierra, ¿lo cuidamos o se maltrata? - por Erasmo Quintana

 

FRASE ERASMO

Al planeta Tierra, ¿lo cuidamos o se maltrata? - por Erasmo Quintana *

 

Resultado de imagen de descongelación casquetes polaresYa nadie discute sobre algo que es cada vez más evidente: el cambio climático, que lleva aparejado el calentamiento global. Los casquetes polares se están descongelando a marchas forzadas, cosa que podemos apreciar en una simple mirada a esas imágenes que nos sirven por televisión, grandes masas de hielo que se desprenden aumentando el nivel del mar con peligro de inundar las ciudades costeras del mundo, todo por el llamado “efecto invernadero”. El cambio, pues, se hace cada vez más ostensible y preocupante. Ahora mismo lo vemos: una primavera que parece más fecha invernal. De hecho, hemos tenido un primaveral invierno, en el que ha llovido y nevado más que en su estación natural. Hemos tenido de todo en una tierra, la nuestra -en la que llueve poco-, qué cantidad de agua ha caído, incluso esa inmensa tromba o manga marina que se formó en nuestro mar, frente a la costa de Arguineguín, fenómeno nunca visto por aquí en Primavera.

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Señales del comentado cambio -insisto- lo encontramos aquí en Gran Canaria, donde ha llovido de último bastante, si lo comparamos con años anteriores. Y cuando pasamos con nuestro coche por la zona de los puentes de Silva, es de ver, apreciar y disfrutar de lo verde y bonito que se convierte todo; es lo agradecida de esta tierra grancanaria -a la que han considerado recientemente poseedora del mejor clima del mundo-, pues basta que caigan cuatro gotas para ver cómo se ponen de frondosas las medianías y esa cadena de montes escarpados a orilla de la carretera, cubiertos con un completo manto de vegetación endémica que alegra la vista y ensancha los espíritus por esa inmensa y bella alfombra verdecida...

Resultado de imagen de contaminación del aire las palmas de gran canariaPor suerte para los habitantes de esta Isla la polución se concentra en la gran ciudad, donde los habitantes y usuarios de la misma están algo afectados; pero no tanto, sin embargo, porque los permanentes efectos benefactores de los vientos alisios minimizan lo pernicioso del aire que se respira. Los cambios climáticos se hacen cada vez más presentes con el bióxido de carbono, generando en los humanos vertientes más amenazadoras con importantes terremotos, terrestres y marinos. Lo tangible es que la Naturaleza, tal vez molesta con el comportamiento humanoide de maltrato, se ha transformado en un importante enemigo del hombre.

Resultado de imagen de presas gran canaria llenasEste año parece que no habrá problema de desabastecimiento de agua porque, al parecer, las principales presas de la Isla están en unos niveles que tranquilizan a los agricultores. Y es que aquí, desde siempre, se ha considerado el agua como oro líquido. Tan necesaria es, y yo diría que imprescindible, para los nativos y todos los que en ella viven. Así, que a modo de ejemplo, vaya una vivencia de quien suscribe:

El médico de cabecera se pone pesado desde su depurada profesionalidad con nosotros cuando nos vamos haciendo mayores, y debe ser por eso que hace poco, tan solo unos días, me aconsejó que tomara mucha agua -dos litros al día- por los incipientes problemas, no muy graves, por cierto, de mis pobres riñones. Bebo agua como un poseso desde entonces, y quiero describir que el tracto interior con este maravilloso líquido lo percibo con un estado de conciencia benefactor. El agua llega a mi garganta fresca y cristalina como una bendición de la Naturaleza, y si es precipitada esde lo alto, como un regalo de frescor pleno, pasando al estómago cual bálsamo reconfortante.

En efecto, el refrigerante líquido llega al tracto digestivo proporcionándome un estado pleno de bienestar; limpia de impurezas las vísceras y pasa a los riñones, donde hace de reparador tónico, consiguiendo que en esos precisos momentos alcance un estado de alivio inconmensurable. El agua por tanto como líquido se convierte en algo indispensable para que haya vida -sabemos que sin agua nada existiría-, me produce un doble bien, cual es la sensación gratificante de frescor en mi calenturienta garganta aplacando mi sed, como medida -repito- de limpieza de mi organismo por su acción de arrastre de todas las excrecencias que un cuerpo saludable debe desechar.

Produce mi sudor, que al tiempo de expeler material nocivo -las toxinas-, es un mecanismo natural de refrigerarse nuestro cuerpo. La cada vez más escasa agua que me alimenta, así mismo es mi consuelo, pues cuando me vienen momentos depresivos de profunda tristeza acude en mi ayuda en forma de lágrimas como el mejor desahogo y consuelo, haciendo que al final acabe sintiéndome mucho mejor. Y quién lo duda, el agua es un bálsamo, es la vida misma, porque sin ella el milagro de vivir sería imposible: mantiene verde y perfumado con mil esencias los llanos y praderas, y es un don inestimable de la Naturaleza. Todo campo en barbecho resucita y vive estacionalmente con su benefactor y mágico efecto. Y porque además, para rematar, algo tendrá el agua cuando la bendicen, que dicen los entendidos.

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana

 

ERASMO QUINTANA RESEÑA

 

MANCHETA 9