Presentación del Manifiesto pidiendo que Canarias se una a la Red de Ciudades Refugio, LPGC 9 de septiembre
Miércoles, 9 de septiembre, a las 10:30 horas, Cabildo de Gran Canaria
Para este miércoles, día 9 de septiembre, a las 10:30 horas, están convocados los medios de comunicación a la rueda de prensa organizada para presentar nuestro Manifiesto.
Nos veremos en la esquina de las calles Pérez Galdós y Bravo Murrillo, un cuarto de hora antes.
Con este acto buscamos la visibilidad que necesita el documento, trasladando nuestra petición a todos los Cabildos y Ayuntamientos de Canarias, que siguen sin iniciar proyecto alguno que signifique su adhesión a la red de ciudades-refugio, mientras cada día aumenta el número de municipios peninsulares y europeos que ya lo han hecho.
Sería estupendo que vinieras. Por favor, haz un hueco en tu mañana del miércoles y acércate a apoyar esta iniciativa.
GRACIAS.
Manifiesto por el que proponemos a los cabildos y municipios de la comunidad autónoma de Canarias la creación y puesta en marcha de ciudades-refugio para la acogida de personas refugiadas procedentes del Norte de Africa, Oriente Próximo y de Europa
En los últimos años hemos tenido noticia de las dramáticas condiciones de vida a las que se enfrentan millones de personas de nuestro entorno próximo. Guerras y actos de terrorismo que desembocan en crisis humanitarias cuyo origen está en la imposición de políticas capitalistas lideradas y dirigidas por Europa y Estados Unidos.
Muchos, millones, son los que están huyendo, solos o con sus familias, en una búsqueda agónica, y legítima, de una oportunidad, de un futuro, de una vida digna y segura lejos del horror en el que se ha convertido su ciudad, su barrio y su día a día.
Esta situación se ha visto agravada en las dos últimas semanas y las cifras que nos ofrecen las instituciones y ONGs que están trabajando en las zonas de mayor conflicto son sobrecogedoras. Como ejemplo apuntar que el 38.8% de los refugiados son niños y niñas de entre 0 y 11 años.
Paralelamente, abogados independientes y politólogos expertos en la Unión Europea denuncian que buena parte de sus estados miembros están violando las siguientes seis leyes y convenciones:
1. Declaración Universal de Derechos Humanos.
Los líderes europeos están incumpliendo su artículo 14: "En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en otros países". En Europa ese derecho se ha restringido a cuotas de refugiados.
2. Convención de Ginebra.
Los artículos que se incumplen son del 'Estatuto del refugiado', o sea, "la protección que un Estado ofrece a personas que no son nacionales suyos y cuya vida o libertad están en peligro por actos, amenazas y persecuciones de las autoridades de otro Estado".
3. Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Probablemente el Convenio más humillado en la UE. En este momento se incumplen los artículos 3, 13 y el Protocolo 4º. En el año 2011, España vulneró este derecho al expulsar a 30 saharauis solicitantes de asilo que llegaron en patera a la isla canaria de Fuerteventura procedentes del campamento de Gdeim Izik, desmantelado por la policía marroquí.
4. Protocolo de Dublín.
El único incumplimiento en positivo ha sido el de Alemania, que se salta este protocolo que indica que los solicitantes de asilo deben quedarse en el país en el que se registran.
5. Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
No se respetan los artículos 9 sobre el Derecho al asilo, y 6 de la “Obligatoriedad de registrar todas las solicitudes de protección internacional que se presenten”.
6. Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar.
El artículo 98.2 de este convenio marítimo de 1982 estipula que sus firmantes deben "fomentar la creación, el funcionamiento y el mantenimiento de un servicio de búsqueda y salvamento adecuado y eficaz para garantizar la seguridad marítima". Desde el año 2014 la UE no ha puesto en marcha ningún servicio de rescate en el Mediterráneo. Las únicas misiones de salvamento del último año han corrido a cargo de ONGs como Médicos Sin Fronteras. Los líderes europeos alegan que no intervienen para evitar un efecto llamada.