La primera  sentencia de los ERE,  o como la corrupción política e institucional se constituye  en uno de los factores de descomposición del régimen del 78

La Audiencia Provincial de Sevilla acaba de dictar  la primera sentencia contra 19 ex altos cargos del PSOE y de la Junta de Andalucía por la que se les  condena a diferentes penas de prisión y/o de inhabilitación .El caso de los ERE está compuesto por unas doscientas piezas más, lo que por sí mismo da una idea  de que se dirime no es el comportamiento de una serie de dirigentes corruptos , tomados uno a uno sino a todo un procedimiento clientelar institucionalmente vinculado a los principales resortes del sistema político vigente .

El caso de lo ERE comprende un enorme fraude de unos setecientos millones de euros, un saqueo multimillonario de  recursos públicos, que han sido dilapidados de forma partidista para generar una base de apoyo electoral y política, clientelar en torno al PSOE: como la izquierda fundamental del régimen.

Los condenados en primera instancia por prevaricación y malversación   están encabezados por dos ex presidentes del partido a nivel estatal, ex presidentes también de la Junta de Andalucía; varios consejeros y diversos altos cargos, la mayoría miembros y/o dirigentes  del PSOE

El negocio político de los ERE, como el de la formación, o el de las comisiones por obras…, y otros muchos instrumentos clientelares forman parte de la corruptelas que permiten  el saqueo político permanente con el que la casta política y sindical (que sostiene la monarquía y los inmensos beneficio del IBEX 35) se cobran ilegalmente su parte por el trabajo de sus políticas de colaboración de clases.

Tal y como conocimos con los asuntos de corrupción del PP, los dirigentes actuales del PSOE  repiten argumentos que forman parte del mismo guión: Utilizando el símil de las manzanas podridas, como si el fenómeno sistémico de la corrupción  se quisiera reducir a comportamientos individuales anómalos de una persona o grupo de personas, negando la realidad de que la corrupción en España  es sobre todo un problema inherente al régimen del 78, a su impunidad con todo tipo de crímenes de la dictadura y a los privilegios de todo tipo de que disfruta la élite partidaria del sistema constitucional. Nadie puede negar  que la corrupción política e institucional y de los principales partidos defensores de la razón de Estado es un fenómeno estructural y consustancial al régimen y al sistema económico. Del caso Filesa a los ERE hemos vivido durante cuarenta años un sin fin de casos de corrupción que forman parte de una trama que necesita el poder para su efectividad. Fruto podrido de  la trama urdida de intereses ajenos a la democracia y a la justicia que funcionan en la vida política caciquil y económica basada en el pelotazo, en la especulación y sobreexplotación de las clases trabajadoras. La Constitución del 78, que solo preserva los privilegios y poderes heredados de la dictadura, sin controles ni contrapoderes eficaces es una perfecta coartada para la oligarquía económica y politica corrupta. La corrupción política e institucional del régimen de la monarquía española se ha constituido en uno de los mayores saqueos  públicos de bienes y finanzas que se ha conocido con participación de políticos y grandes empresarios repartiéndose la tarta del presupuesto, constituyendo uno de los principales factores de descomposición política.

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