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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Sí se puede exige una protección absoluta, integral y efectiva para la Montaña de Tindaya

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sí se puedeLa organización ecosocialista considera que el daño causado recientemente obedece al desinterés del Cabildo de Fuerteventura y del Gobierno de Canarias por proteger un legado cultural extraordinario

 

Sí se puede exige una protección absoluta, integral y efectiva para la Montaña de Tindaya

 

La organización ecosocialista considera que el daño causado recientemente obedece al desinterés del Cabildo de Fuerteventura y del Gobierno de Canarias por proteger un legado cultural extraordinario

Sí se puede exige una protección absoluta, integral y efectiva a la Montaña de Tindaya y señala como responsable de los daños causados recientemente en la zona arqueológica “al incumplimiento o mal uso de sus competencias por parte del Cabildo de Fuerteventura, responsable de la protección legal de la montaña, y al desinterés del Gobierno de Canarias por cumplir con su obligación de proteger, en última instancia, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Archipiélago", asegura el portavoz de la organización ecosocialista para asuntos culturales, José de León. 

“Mientras se suceden los expolios, que amenazan con acabar con el importante patrimonio arqueológico de la montaña, estas dos instituciones, con CC a la cabeza, siguen con la aventura de la obra de Chillida”, destaca. 

Sí se puede insta al Gobierno de Canarias a otorgar la máxima protección a la Montaña, lo que implica hacer una nueva y más amplia delimitación del BIC bajo el que están aparentemente protegido los restos arqueológicos en estos momentos. A juicio de la organización ecosocialista, el yacimiento que debe ser delimitado es la propia Montaña, y no solamente su cima, donde se encuentran los grabados. “La montaña, y en el caso de Tindaya parece más que evidente debido a su singularidad en el paisaje, es quien explica y da significado a la impresionante estación de grabados rupestres que alberga”, enfatiza el portavoz. 

Para la organización ecosocialista, esta protección pasa necesariamente por la retirada del proyecto de la obra del escultor Eduardo Chillida, que además de la destrucción que conlleva, se ha convertido en la coartada para la desprotección que sufre Tindaya y para todo tipo de acciones especulativas en su entorno. Considera también imprescindible impulsar un proyecto alternativo que potencie sus valores propios y excepcionales. 

Aunque la montaña cuenta con figuras de alta protección jurídica, como su declaración como Monumento Natural en 1994, así como Monumento Histórico Artístico, en 1983, y Bien de Interés Cultural y ser declarada Área de Sensibilidad Ecológica y los llanos que la rodean, Zona de Especial Protección para las Aves, la práctica real es que Tindaya se ha entregado desde 1995 a los intereses más depredadores, de forma que, “en cuanto aparece la idea del proyecto monumental de Chillida comienza la deriva de la protección efectiva de los valores intrínsecos de Tindaya”, subraya De León. 

La importancia de Tindaya se debe a que “es uno de los lugares con mayor cantidad de grabados podomorfos del mundo, y al conjunto de restos existentes en la montaña y en su entorno”, manifiesta el portavoz. Estas manifestaciones rupestres, realizadas por los antiguos majos de Fuerteventura, tienen raíces emparentadas con las culturas bereber del norte del continente africano y representan un paradigma de gran relevancia internacional, si tenemos en cuenta el desarrollo de aquellas culturas norteafricanas que llegan a las islas y se desarrollan en situación de aislamiento al menos durante 1500 años. 

Sí se puede considera que la montaña en su conjunto debe ser “uno de los espacios más protegidos de Canarias, sin embargo sus valores han sido despreciados por los responsables políticos del Archipiélago, que han sido capaces de derrochar casi 30 millones de euros desde que se puso en marcha la ruinosa aventura de Chillida en 1995”, dice De León. 

En cambio, el Gobierno canario “no ha invertido nada en estudios sobre la montaña, lo que ha conducido a un deterioro o desaparciión de muchos de sus bienes, a lo que se suma ahora el vandalismo del que ha sido víctima por falta de protección efectiva y real”, apunta el portavoz de Sí se puede, para quien “este desinterés va en consonancia con la intención de convertir a la montaña en un monumento a la corrupción, a la especulación y al desprecio de nuestra cultura y nuestra identidad, que es lo que significa la iniciativa de Chillida”. 

Sí se puede destaca que “la obra de Chillida ha ido sumando un creciente rechazo, no solo entre la sociedad canaria, sino entre numerosos científicos y especialistas, tanto de la arqueología, la geografía, el derecho, como del urbanismo, la biología, incluso, del mundo del arte”, al tiempo que recuerda que ya ha cumplido seis años un amplio manifiesto presentado firmado por 2 premios Canarias, 22 catedráticos, 87 doctores y más de 100 profesionales.

Sí se puede reafirma su apoyo a las plataformas y colectivos en esta lucha, como la Coordinadora Montaña de Tindaya y Ben Magec y a las iniciativas sociales encaminadas al propósito de proteger este legado cultural extraordinario.

SÍ SE PUEDE