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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Se querellan contra mí, y va llegando la hora - por Eloy Cuadra

 

ELOYMe entero por la prensa de este jueves 30 de marzo. Un colectivo que reparte alimentos en Santa Cruz de Tenerife anuncia que se querella contra Lolo Dorta y contra Eloy Cuadra. Sorpresa, aunque tarde o temprano era lógico que llegara.

 

denuncia a eloy

Se querellan contra mí, y va llegando la hora - por Eloy Cuadra *

Me entero por la prensa de este jueves 30 de marzo. Un colectivo que reparte alimentos en Santa Cruz de Tenerife anuncia que se querella contra Lolo Dorta y contra Eloy Cuadra. Sorpresa, aunque tarde o temprano era lógico que llegara. La denuncia viene de parte de una ONG que colabora estrechamente con el Partido Popular y está avalada por dicho partido en el Ayuntamiento, de donde es concejal de Asuntos Sociales el señor Oscar García, del PP, y es primera Teniente de Alcalde y responsable de seguridad la señora Zaida González, también del PP. El PP..., ¿les suena? Ese partido que al llegar al poder en Madrid lo primero que hizo fue cortar de raíz las partidas para formación y aumentar de paso las partidas para la caridad institucionalizada de los Bancos de Alimentos, con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012 como bienvenida. Blanco y en botella, parece. El asunto, para quien no esté al corriente, tiene su origen en la labor de denuncia continuada que desde la Plataforma por la Dignidad llevo desarrollando hace ya seis años, y Lolo Dorta y su Plataforma 29E desde hace algo menos pero con la misma línea, en la mayoría de ocasiones contra las políticas contra las personas que menos tienen que aplica el Partido Popular allá donde está, también aquí en Santa Cruz de Tenerife. Denunciar tantos atropellos a la dignidad de las personas es tarea dura y difícil, con tan pocos medios, con tantos obstáculos. Más cómodo sería quedarme en casa escribiendo novelas -en breve sale mi cuarto trabajo-, o dedicarme a otras muchas aficiones que tengo, o en el mejor de los casos seguir únicamente con la labor solidaria, de ayuda directa, que también hacemos en la plataforma, y convertirnos así en una filial caritativa más del PP. Pero bien sabemos todos que con la caridad lo único que hacemos es repartir las migajas y perpetuar la pobreza y la desigualdad. Por esto y porque tengo tiempo, y porque creo que algo he aprendido en estos años,  sigo en la brecha a pesar de los sinsabores y los mil obstáculos que nos encontramos. Cierto que será esta la primera vez en la que tendremos que enfrentarnos a una querella. 

Según cuenta el periódico, se trata de una rueda de prensa que dimos en las dependencias del propio Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el pasado febrero, para denunciar unas prácticas  muy poco dignas de una ONG de reparto de alimentos. Nos limitamos a hacer públicas las manifestaciones de una treintena de afectadas y a mostrar un documento de la propia ONG. En mi caso, comenté lo que me parecía una práctica cruel, el hecho de obligar a madres y señoras de avanzada edad, en muchos casos enfermas, todas en situación precaria, a descargar camiones y a participar en colectas en los supermercados, como contrapartida a recibir la comida, una comida por cierto, no siempre en el mejor estado. Nuestra intención, como siempre, mejorar las cosas y que los que menos tienen sean tratados con la dignidad que todo ser humano merece. Una denuncia que estaba centrada en lo que pasa en una ciudad, pero que bien podría extrapolarse a lo que sucede en toda Canarias y en España entera, esto es, una caridad miserable que da y mira desde arriba... "a los desfavorecidos". Del asunto salieron  varias mociones en el Pleno del Ayuntamiento y hubo alguna que otra reunión con muchos actores donde los gerentes del propio Banco de Alimentos mostraron abiertamente la necesidad de mejorar las cosas. ¿Por qué entonces esta querella ahora? Y puestos a denunciar... ¿por qué no denuncian también a los tres concejales de la oposición que estaban en la mesa con nosotros denunciando lo mismo? Tal vez porque nosotros somos ciudadanos, estamos abajo, abajo del todo, con poco apoyo ciudadano, y es más fácil ir contra nosotros que contra un político con votos y concejalías detrás. En cualquier caso, viendo la deriva que sigue nuestra sociedad en los últimos tiempos entra dentro de lo normal que nos denuncien. Cuando hay una Ley Mordaza aún vigente, cuando se van de rositas los Urdangarín, Rato, Blesa y el mismísimo PP, cuando los jueces toman cañas con los mismos políticos que deben juzgar, cuando hay amnistías fiscales, reformas laborales y privatizaciones de casi todo lo que era público, para hacer que los ricos cada vez sean más ricos y los pobres cada vez más y más esclavos, es perfectamente normal que a los disidentes o rebeldes sociales nos intenten quitar de en medio de la forma que sea. Así, se abre ahora una oportunidad de hacerlo, algunos estarán felices. Bien, si tenemos que ir a los juzgados a declarar allí estaremos. Se ocupa a la Justicia ya de por sí bastante colapsada, con un asunto que se podía haber resuelto muy fácil y pronto si la clase política responsable hubiera hecho lo que tenía que hacer. No lo hicieron Bermúdez y compañía y ahora nos vemos así. Está bien, veremos qué pasa.   

Y de todo esto hay que hacer una última lectura: va llegando la hora. Llevo ya muchos años jugando en la liga de los colectivos sociales y el tiempo se acaba, hemos hecho cosas importantes y seguimos denunciando cosas que afectan y hacen sufrir a muchas personas, pero falta continuidad en el plano político, siempre. Los partidos que han de proseguir con nuestras denuncias desde su ámbito, en muchos casos no lo hacen porque tienen otros intereses, otros asuntos, y a veces hasta porque tienen miedo. Presentamos escritos en registros, pedimos reuniones, nos reunimos mil veces con cargos electos y responsables, y no se hace gran cosa, y cuando se hace todo lo más son algunas preguntas en alguna comisión a lo que responderán lo que mejor convenga -el papel lo aguanta todo-, o alguna moción en el Pleno que será rechazada, o aprobada y guardada en un cajón en el mejor de los casos. Y al final, las cosas apenas cambian, la gente sigue pasándolo mal y el sistema sigue girando impasible abandonando a muchos a su paso. Así, va llegando la hora de decidir, el camino llega a un cruce y hay dos senderos: uno me lleva a dedicarme a algunas de esas pasiones que no tienen inconveniente alguno (la literatura, la familia, la cocina, la naturaleza, la cultura, y un largo etcétera), otro camino avanza hacia el terreno político, invitándome a jugar en una liga donde la defensa de la dignidad de las personas no tengan que depender de lo que quieran hacer otros. Lo cierto es que aún no sé qué camino de los dos tomar... ¿ustedes qué opinan?

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Eloy Cuadra

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