Dos reflexiones sobre la fiebre de los bodegones. MISIÓN VERDAD ayuda a entender la realidad económica venezolana. Y un comentario de Chema Tante
El economista venezolano señala este revelador texto de MISIÓN VERDAD sobre el fenómeno de los "bodegones" en Venezuela, financiados con las remesas del exterior, todo lo cuál está colaborando decisivamente con los planes de desestabilización y desprestigio urdidos por la Administración Trump de USA
Yo, Chema Tante, voy a empezar mi comentario a este revelador escrito de MISIÓN VERDAD contando algo que puede servir a la gente, en Canarias y en el estado español, a comprender lo que ha pasado y pasa en Venezuela.
La cosa fue allá por los años ochenta del siglo pasado, cuando el encontronazo de la Venezuela del 'ta barato, del fasto petrolero, y se tropezó con la cruel realidad de que tenían que pagar la factura de lustros de tener represado el tipo de cambio del bolívar contra el dólar, de la "agricultura de puertos" y de la financiación externa recomendada por ALADI. De repente, al país se le dijo que debía la tira de miles de millones de dólares y que había que pagarlos. Y aquello fue un desastre. Pero un desastre para el pueblo llano, el perraje, la gente de pata en el suelo, como dicen por allá. Porque la gente rica, ni se enteró. Como me decía un profesor de economía sobresaliente en aquellos tiempos "Miguelito" Rodríguez, las entidades financieras internacionales estaban muertas de risa, con aquella supuesta deuda, porque, en la práctica, Venezuela era un acreedor neto. Es que todos aquellos millones de los préstamos internacionales fueron a parar a cuentas de gente venezolana en el exterior. El estado los debía, pero el dinero había volado. Por eso se explica el exilio venezolano de estos tiempos. Claro que hay pobre gente que no ha aguantado las penurias sobrevenidas por el sabotaje empresarial y el bloqueo USA y han emigrado sin contar con recursos. Pero muchas otras personas que tenían dinero y bienes fuera de Venezuela, disfrutan un exilio dorado. Tanto las primeras, las pobres, que trabajan en la emigración por la buena formación obtenida gracias a las facilidades que daba el estado para estudiar, dentro y fuera de Venezuela, como las otras, las que viven con desahogo, porque contaban con los recursos para ello, están remesando dinero a Venezuela y financiando importaciones de mercancías que no están trabadas por el bloqueo USA. Con esto, se está creando una circulación de dólares y un mercado de consumo autónomo de las directrices y políticas gubernamentales. miren ustedes por dónde, los millones producto del saqueo de los años ochenta están contribuyendo a la operación retorno de la corrupción venezolana.al poder. Lo que busca la intromisión USA en Venezuela, desestabilizar la economía y enrarecer el mercado de consumo, lo está consiguiendo. Sin embargo, como dice MISIÓN VERDAD, el espíritu venezolano volverá a superar la agresión. Y yo Chema Tante, estoy de acuerdo, quienes dudan de la entereza del bravo pueblo, es que no lo conocen.
Desde esta perspectiva, la "fiebre" de los bodegones se desdobla como fenómeno y recordatorio en tiempo presente. Por un lado, nos indica que la cultura de masas del comisariato petrolero caló profundo, pero también, que el dólar vuelve a erigirse como símbolo de desigualdad, estatus y supervivencia.
A más de 100 años de país petrolero a conveniencia del proyecto geopolítico estadounidense, el comisariato devenido en bodegón nos recuerda no sólo la huella de una cultura importada, sino también nos indica que ese fragmento positivo del espíritu venezolano que se encarnó en Chávez, ha sabido sobrevivir a una guerra de conquista continuada de más de 100 años, la que empezó con el comisariato y ahora marca su línea de continuidad con el bloqueo. Porque de lo contrario, no estuviéramos aquí hablando de esto.
