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jueves, 25 de abril de 2024 09:47h.

Reflexiones sobre el gobierno de coalición ¿Movilización política, sindical y social en defensa del gobierno de coalición? HOJAS DE DEBATE

 

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Reflexiones sobre el gobierno de coalición ¿Movilización política, sindical y social en defensa del gobierno de coalición? HOJAS DE DEBATE *

 

En la edición digital de Mundo Obrero del 5 de mayo último la dirección del PCE hace «un llamamiento para la movilización política, sindical y social en defensa del gobierno de coalición como única garantía de una recuperación democrática». Más tarde, una resolución del Secretariado del PCE de 14 de julio pasado insiste en la necesidad de esa movilización social y política en defensa de la aplicación del acuerdo programático del gobierno de coalición. En esta resolución la dirección del Partido estima que los catastróficos resultados electorales en los recientes comicios de Galicia y País Vasco deben combatirse con la consolidación de «los procesos de unidad popular desde la base de la actual Unidas Podemos, ampliando y profundizando este proyecto de convergencia política»

Hacer un llamamiento (se supone que a la clase obrera y capas populares) para la movilización política y social nos parece muy acertado ante una situación de crisis económica que de manera progresiva no cesa de avanzar. Y de igual forma, apelar a la unidad popular. Cuatro millones y medio de trabajadores afectados por los ERTE, un millón de afiliados que pierde la Seguridad Social en los dos últimos meses y cerca de cuatro millones de trabajadores en paro por ahora dibujan un escenario de crisis profunda que solo una amplia e intensa movilización obrera y popular puede impedir que se resuelva, una vez más, en perjuicio de los intereses de los trabajadores y capas populares.

Ahora bien, plantear como hace el grupo eurocomunista de la dirección del PCE de que dicha movilización debe orientarse de manera exclusiva para la defensa del gobierno de coalición «como única garantía de una recuperación democrática» y que la conformación de la unidad popular haya de hacerse hoy a través de Unidas Podemos, nos parece inaceptable. El gobierno de coalición es un gobierno socialdemócrata y como tal no es precisamente garantía de una verdadera recuperación o ruptura democrática. Es un pilar del régimen postfranquista del 78. La socialdemocracia y los eurocomunistas fueron responsables, precisamente, de aquel pacto cuadripartito que en tiempos de la transición hizo posible un proceso político sin ruptura democrática que mantuvo en pie las estructuras básicas del aparato de estado franquista. Un mismo bloque de poder organizó el cruento golpe militar del 36, sostuvo la dictadura franquista y continúa dirigiendo el aparato de estado con los borbones ocupando la jefatura del estado.

Los comunistas debemos apoyar al gobierno de coalición en todo aquello que pudiera resultar beneficioso a la clase obrera y a las capas populares. Pero ante cualquier otra medida de corte neoliberal –que ya se están produciendo un día sí y otro también- deberemos oponer la máxima resistencia promoviendo la movilización popular y el sindicalismo de clase en tal dirección. Tal es el caso, por ejemplo, con la negativa a la derogación integra de la reforma laboral de 2012.

En cuanto a la construcción de la unidad popular mediante Unidas Podemos es volver a insistir en una alianza política y electoral cuyo contenido y formato viene siendo rechazado de manera sistemática en todos los procesos electorales de los últimos años. La clase obrera y las capas populares le han dado la espalda. Hoy en día la única alternativa válida es la que el PCE aprobó en el XX Congreso y que el grupo eurocomunista de la dirección no cumple: construir un espacio político de unidad popular en torno a la ruptura democrática, recuperación de la República a través del protagonismo popular y la movilización de masas, la recuperación del sindicalismo de clase y combativo, el más amplio e intenso rechazo a todas las políticas neoliberales y la defensa consecuente de los intereses inmediatos y estratégicos de los trabajadores y capas populares, así como, finalmente, la puesta en marcha de un proceso de reunificación de todos los comunistas que ponga a disposición del conjunto de los asalariados y de nuestro pueblo un poderoso instrumento organizativo de protección contra las embestidas del capital y, al mismo tiempo, de alternativa política para avanzar hacia el socialismo.

Por otra parte, proponer un Plan de Reconstrucción sobre la base de «recuperar nuestra soberanía económica e industrial»  mediante «las nacionalizaciones y la remunicipalización» de la industria, la energía y la banca, eliminando las políticas neoliberales, también nos parece muy acertado. 

Sin embargo, lo que resulta un contrasentido es que la dirección eurocomunista del PCE reafirme en el comunicado que publica Mundo Obrero el apoyo a la Unión Europea dirigiéndole la solicitud de «un ambicioso plan de ayuda para la clase trabajadora que impida la multiplicación de los despidos y que la mayor parte de los recursos públicos movilizados se dediquen a financiar empresas y avalar créditos». Todos sabemos bien los intereses concretos que defiende la Europa del capital. De esta Europa llegará el «rescate» y la imposición de una política de severos recortes en perjuicio de los trabajadores y capas populares. ¿Qué hará entonces el grupo parlamentario de Unidas Podemos? ¿Acompañar al Gobierno en la implementación de estas medidas?

El Programa Político aprobado en el XX Congreso del PCE establece con toda claridad cuál es la posición que deben adoptar los comunistas. El objetivo no es otro que la recuperación de la soberanía política, económica y social mediante la salida de la Europa del capital y su moneda. En este sentido, podemos leer: «Para poder construir un nuevo país tenemos que romper con estos dos corsés: la UE y el euro y el Régimen del 78, recuperar la soberanía y realizar la ruptura democrática con los marcos que impiden cualquier proceso de transformación social al servicio de los trabajadores y trabajadoras y el pueblo. Frente a restauración borbónica, ruptura democrática republicana. Frente a regeneración, revolución democrática». 

¿Respetará el grupo eurocomunista del PCE estos acuerdos congresuales? Todo apunta a que, una vez más, la dirección reformista del PCE incumplirá el mandato congresual.

Los comunistas decimos: ¡Respeto y aplicación del mandato congresual!

* En La casa de mi tía con la colaboración de Arturo Borges

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https://hojasdebate.es/opinion/reflexiones-sobre-gobierno-coalicion/

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