Urnas con segregación social y laboral - INTERSINDICAL CANARIA

Es sabido que el esquema económico productivo canario no atiende a los intereses de su población sino que está concebido para la rápida y masiva extracción de capital hacia el exterior.

De hecho, cerca del 80% del sector servicios, que a la vez supone igual porcentaje de dependencia del conjunto de nuestra economía, está controlado por grupos empresariales foráneos que, además, tributan en el exterior; siendo sólo un ínfimo 10% el porcentaje de ese mismo sector que se encuentra en manos de capital canario.

El Estado español es el principal recaudador de las billonarias transacciones que se hurtan a nuestro País, siendo el gobierno canario el sumiso medianero que cuida la finca ajena, procurando, a cambio de una pequeña gratificación, que se mantenga y aumente el expolio de la dependencia neocolonial.

No es otro el motivo por el que, a mayor beneficio empresarial, los salarios de los trabajadores canarios sean los mismos, e incluso desciendan, y la legislación laboral básica alcance en Canarias su más alto incumplimiento por la clase empresarial y el gobierno criollo insular.

A poco de comenzar la nueva contienda electoral, poco o nada se habla de esta brecha social y laboral que segrega a los canarios a los que se les atribuye hipócritamente la denominación de “españoles y europeos”, repitiéndose similares cantinelas de programas y propuestas políticas que en poco o nada modificarán esta mayúscula y canallesca discriminación.

No se trata de practicar la mendicidad, sino de que a los trabajadores canarios se nos devuelva lo que nos sigue siendo hurtado.

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